Cultura es represión

Genaro Chic Sáb Feb 09, 2013 8:04 pm

Dice el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española que ‘cultura’ significa 'cultivo’, ‘crianza', cuando se utiliza en palabras compuestas, como por ejemplo ‘agricultura’, que es ‘el arte de cultivar la tierra’. ‘Cultivar’ a su vez es definida como ‘dar a la tierra y a las plantas las labores necesarias para que fructifiquen’ cuando se aplica al agro. Y más o menos lo mismo cuando se aplica a las personas.

Un campo cultivado (o culto) se distingue del que no lo está porque el primero ha sido forzado a facilitar el desarrollo de determinadas especies vegetales reprimiendo el desarrollo de las que el hombre no considera primordialmente necesarias para su vida.

Sin embargo el hecho de que exista un Ministerio de Cultura da la clara sensación de que, incluso a niveles oficiales, se entiende más bien en el sentido de ‘conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.’ que hay que proteger. En realidad cultura es todo lo que se reprime de los instintos primarios con objeto de encauzarlo para hacer más ordenada la vida colectiva organizada. Así, por ejemplo, la cópula no es cultura, pero sí el matrimonio, que establece los límites legales en que se puede dar, restringiéndola a determinados términos contractuales legales. Lo mismos se puede decir, por ejemplo también, de la venganza, que sólo se puede dar en los marcos legales considerados justos por el Estado.

La cultura, pues, busca dar a las comunidades unos marcos de referencia relativamente estables, sin negar un cierto grado de creatividad a la hora de manifestar las formas en que se puede sacar provecho a la represión, mediante el encauzamiento de esos instintos primarios que todos tenemos, de una forma menos incómoda que la antes concebida. La libertad se entiende siempre en ese marco que define externamente la represión cultural, que se constituye así en el conjunto de barrotes que protege la jaula de la libertad; no es por tanto la posibilidad de hacer cada uno lo que mejor le venga en gana. Uno puede desear, por ejemplo, tener relaciones sexuales con la mujer que se le apetezca, pero no se le permite socialmente contrariar la voluntad de ella, aunque el apetente se traumatice por ello. Y las leyes pueden marcar incluso los límites de la acción en el caso de que haya la misma voluntad por ambas partes, condenando culturalmente el adulterio.

O sea, que cultura es todo, y es absurdo que haya un Ministerio de Cultura, como si los otros no se dedicasen también a temas culturales. En suma, entiendo que la imagen de la cultura la puede dar la presa de un pantano, que retiene el agua en su cola y permite al mismo tiempo que la misma salga para su aprovechamiento (consumo de boca, riego, electricidad, etc.) o incluso disponiendo la suelta controlada cuando la represión del agua se hace ya peligrosa, amenazando con romper la contención. Es lo que explica en su origen, por ejemplo, las distintas fiestas orgiásticas de los Carnavales. Y lo que explica igualmente, por ejemplo, que las casas de tolerancia existiesen normalmente incluso en épocas en que la prostitución ha estado prohibida. No es tan fácil regular las pasiones, aunque en general tampoco la estancia en la cola del pantano cultural ha sido tan negativa, y los países más cultos son con frecuencia los más desarrollados como ámbitos de libertad.

Saludos

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