Principios rectores de la vida económica en una perspectiva racionalista
Página 1 de 1.
Principios rectores de la vida económica en una perspectiva racionalista
DECLARACION UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
(Organización de las Naciones Unidas, 10 de Diciembre de 1948)
Art. 22. Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.
Art. 23. I. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.
II. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.
III. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana, y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social.
IV. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses.
Art. 24. Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.
Art. 25. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.
II. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social.
(Organización de las Naciones Unidas, 10 de Diciembre de 1948)
Art. 22. Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.
Art. 23. I. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.
II. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.
III. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana, y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social.
IV. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses.
Art. 24. Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.
Art. 25. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.
II. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social.
Genaro Chic- Mensajes : 729
Fecha de inscripción : 02/02/2010
Re: Principios rectores de la vida económica en una perspectiva racionalista
En relación con lo anteriormente expuesto quisiera recordar que el liberalismo económico nació estrechamente ligado a consideraciones éticas. A los capitalistas (o sea a los que tienen fe en las virtudes del capital como generador de más capital sin más, con independencia de su funicón social) les gusta referirse a la obra de Adam Smith Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones (título que se simplifica en La riqueza de las naciones) publicada en 1776. En lo que no suelen reparar los aludidos forofos racionalistas, con su falta de racionalidad instrumental, es que previamente a dicha obra el autor había publicado en 1759 la Teoría de los sentimientos morales, en la que se critica al utilitarismo y en la que el egoísmo no juega un papel determinante, y en la que la simpatía, que lleva a mirar el bien propio a través del ajeno, es superior a la obtención del beneficio individual. Al fin y al cabo, se ponen los sentimientos por encima de los racionamientos, aunque reconociendo la tremenda utilidad de este modo de pensar.
Por ello resulta interesante observar cómo, en este mundo neoconservador que triunfa, diarios tan poco heterodoxos como Expansión (13 de Febrero de 2010. Fin de semana, pág. 4) publican artículos como el de Tino Fernández que nacen relación a la necesidad de un rearme ético para remontar de nuevo el vuelo en los planteamientos económicos que nos han llevado a una profunda crisis. Dice así:
¿Es realmente útil su negocio?
La crisis real está en el ADN de la economía industrial. El problema no es que gran parte de los negocios actuales no sean rentables, sino que muchos de ellos no son útiles.
Uno de los grandes retos de laseconomías del siglo XXI, que se desarrollan al calor de un nuevo mode­lo, es que sean capaces de crear valor real. Lo contrario es caer en lo que Umair Maque, director del Havas Media Lab, ha bautizado como la zombieconomía.
La vuelta a los fundamentales y al valor real nos ha revelado definitiva­mente la importancia de factores cla­ve como la escasez de profesionales de alto perfil técnico -cuya forma­ción implica un nivel altísimo de exi­gencia en carreras en las que no siempre se corresponde el esfuerzo con la remuneración-, o la necesidad de una vuelta a la economía real, y de la voluntad creciente de esquivar un patrón de crecimiento basado en ser­vicios de poco valor añadido.
José Luis Blasco, responsable del área de Desarrollo Sostenible y socio de KPMG, explica que en este debate sobre economía real-no real hemos ido cambiando el paradigma de lo que las compañías ofrecían a la gen­te. "Primero eran productos (harina, coches...). Luego se convirtió el pro­ducto en servicio, y apareció, la im­portancia del cliente. Se ofreció un sueño y las empresas desmaterializaron su oferta (el coche no corre, se vende la experiencia de conducir un automóvil)".
Blasco argumenta que "volver a los fundamentales no es llegar a la parte más básica, sino a aquello que es auténtico. Lo básico no son las ne­cesidades basadas en el consumo. Lo auténtico, lo útil, lo es siempre para las personas. Hay que hablar de lo superfluo y lo básico desde una nueva perspectiva”.
Javier Fernández Aguado, jefe del área de Liderazgo y Deontología Profesional del Instituto de Estudios Bur­sátiles (IEB) y socio director de Mind-Value, repara en cinco cuestiones bá­sicas: qué vendo; a quién; por qué me compran; durante cuánto tiempo; cuánto gano. Fernández Aguado in­siste en la necesidad de aportar un valor que no sea el de la acción, y afir­ma -que "lo más importante es 'por qué me compran', cuáles son mis ventajas competitivas''. Y asegura que la crisis surge cuando 'cuánto gano' se convierte en lo principal. Por su parte Josep Sayeras, profesor del departamento de Economía de Esade, propugna "un cambio de valores con el que superemos una cultura que coloca el beneficio material como valor supremo, y en el que el beneficio en términos de PIB es la medición del bienestar".
Para Fernández Aguado, las profesiones del próximo siglo tienen que ver con la oferta de conocimiento y anticipación del futuro, y añade que “la formación debería recuperar valores éticos. Las profesiones técnicas sin ética se convierten en letales, y hay que formar personas con valo­res éticos para no repetir la crisis". En eso coincide Juan Carlos Cubeiro, director de Eurotalent, que es “partidario de formar buenos profesionales pero, sobre todo, profesionales buenos”.
El jefe del área de Liderazgo y Deontología Profesional del IEB ex­plica asimismo que "hemos llegado a la situación actual tras habernos equivocado al responder al típico 'quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos'. A lo primero plan­teamos el 'cuánto tienes, cuánto ga­nas'. Lo segundo se sustituye por 'dónde has nacido' (nacionalismo visceral). Y el 'a donde vamos' se cambia por el 'dónde vamos a cenar"("el hedonismo sustituye al compro­miso)''.
Nicolás Sarkozy, presidente de Francia, aseguraba recientemente que su país debería empezar a medir el progreso no en términos financie­ros, sino de felicidad y bienestar. "Una gran revolución nos espera", aseguraba un Sarkozy preocupado por el caso de France Telecom, que ha llevado al suicidio a 25 empleados en los últimos meses, como respues­ta al proceso de transformación de la firma. Y para explicar el desarrollo en el futuro, Blasco apela a un "con­cepto revolucionario", el de la "pros­peridad sin crecimiento".
Una clave del futuro
Determinar cuál será la prosperidad del futuro es la clave de muchas profesiones. "Y las que estén,al alza se­rán aquellas que cubran esa nueva definición", añade Blasco, quien ase­gura que los países con más renta no son los más felices. Muchas com­pañías ya empiezan a ver que existe un nuevo grado superior de civilización. Las compañías con futuro serán aquellas que tratan de conservar su activo para que éste dé beneficios durante el mayor tiempo posible, frente a aquellas que explotan su activo para obtener un rendimiento inmediato. Las empresas longevas estarán vinculadas a la manera de gestionar los activos con los que cuentan".
Por su parte Carlos Lozano, director general de Business Innovation Consulting Group (BICG), valora la capacidad de adaptación y cambio en un nuevo escenario en el que re­sulta básico "replantear las formas de interacción y colaboración. Im­porta ante todo la innovación que permita crear un valor y un crecimiento transformador que llegue a clientes nuevos. Los valores que se deben potenciar son los del trabajo colaborativo en el que primen las ideas y no las jerarquías".
Josep Sayeras añade que “no se ha producido un cambio en las orga­nizaciones. Hemos cambiado el sustrato, pero las organizaciones de la sociedad actual son las mismas: empresas pensadas en el siglo XX con objetivos del XXI”. Y coincide con Blasco en que "la sociedad ha sufrido una pérdida de bienestar emocional. Crece en términos de riqueza, pero no así en términos de felicidad. La gente está cada vez mejor formada, pero por primera vez en la historia las perspectivas que tienen hoy en general no son mucho mejores que las que disfrutaron sus padres”.
Sayeras destaca la importancia de la conciliación, pero no referida al género, sino a uno mismo: trabaja­mos muchas más horas, pero de­mandamos más tiempo libre.
¿Qué hay que hacer para cambiar el paradigma? El experto se muestra partidario de construir una sociedad más flexible, y asegura que "aunque el mercado laboral tuviera flexibili­dad, es nuestra sociedad la que no la tiene. Cuanta más rigidez, más complicado será el ajuste.
Sayeras recuerda que "nos encon­tramos ante un cambio de paradig­ma, y debemos plantear qué tipo de sociedad pretendemos. Detrás del valor real hay que poner elsistema de valores que queremos, y en la so­ciedad posmoderna, la gente quiere la felicidad, y la quiere ya".
[Se puede ver un ejemplo práctico en lo expuesto por el empresario cordobés Francisco Martín Salcines:
http://cordoba.abc.es/20100214/cordoba-cordoba/hemos-perdido-principios-naturales-20100214.html ]
Por ello resulta interesante observar cómo, en este mundo neoconservador que triunfa, diarios tan poco heterodoxos como Expansión (13 de Febrero de 2010. Fin de semana, pág. 4) publican artículos como el de Tino Fernández que nacen relación a la necesidad de un rearme ético para remontar de nuevo el vuelo en los planteamientos económicos que nos han llevado a una profunda crisis. Dice así:
¿Es realmente útil su negocio?
La crisis real está en el ADN de la economía industrial. El problema no es que gran parte de los negocios actuales no sean rentables, sino que muchos de ellos no son útiles.
Uno de los grandes retos de laseconomías del siglo XXI, que se desarrollan al calor de un nuevo mode­lo, es que sean capaces de crear valor real. Lo contrario es caer en lo que Umair Maque, director del Havas Media Lab, ha bautizado como la zombieconomía.
La vuelta a los fundamentales y al valor real nos ha revelado definitiva­mente la importancia de factores cla­ve como la escasez de profesionales de alto perfil técnico -cuya forma­ción implica un nivel altísimo de exi­gencia en carreras en las que no siempre se corresponde el esfuerzo con la remuneración-, o la necesidad de una vuelta a la economía real, y de la voluntad creciente de esquivar un patrón de crecimiento basado en ser­vicios de poco valor añadido.
José Luis Blasco, responsable del área de Desarrollo Sostenible y socio de KPMG, explica que en este debate sobre economía real-no real hemos ido cambiando el paradigma de lo que las compañías ofrecían a la gen­te. "Primero eran productos (harina, coches...). Luego se convirtió el pro­ducto en servicio, y apareció, la im­portancia del cliente. Se ofreció un sueño y las empresas desmaterializaron su oferta (el coche no corre, se vende la experiencia de conducir un automóvil)".
Blasco argumenta que "volver a los fundamentales no es llegar a la parte más básica, sino a aquello que es auténtico. Lo básico no son las ne­cesidades basadas en el consumo. Lo auténtico, lo útil, lo es siempre para las personas. Hay que hablar de lo superfluo y lo básico desde una nueva perspectiva”.
Javier Fernández Aguado, jefe del área de Liderazgo y Deontología Profesional del Instituto de Estudios Bur­sátiles (IEB) y socio director de Mind-Value, repara en cinco cuestiones bá­sicas: qué vendo; a quién; por qué me compran; durante cuánto tiempo; cuánto gano. Fernández Aguado in­siste en la necesidad de aportar un valor que no sea el de la acción, y afir­ma -que "lo más importante es 'por qué me compran', cuáles son mis ventajas competitivas''. Y asegura que la crisis surge cuando 'cuánto gano' se convierte en lo principal. Por su parte Josep Sayeras, profesor del departamento de Economía de Esade, propugna "un cambio de valores con el que superemos una cultura que coloca el beneficio material como valor supremo, y en el que el beneficio en términos de PIB es la medición del bienestar".
Para Fernández Aguado, las profesiones del próximo siglo tienen que ver con la oferta de conocimiento y anticipación del futuro, y añade que “la formación debería recuperar valores éticos. Las profesiones técnicas sin ética se convierten en letales, y hay que formar personas con valo­res éticos para no repetir la crisis". En eso coincide Juan Carlos Cubeiro, director de Eurotalent, que es “partidario de formar buenos profesionales pero, sobre todo, profesionales buenos”.
El jefe del área de Liderazgo y Deontología Profesional del IEB ex­plica asimismo que "hemos llegado a la situación actual tras habernos equivocado al responder al típico 'quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos'. A lo primero plan­teamos el 'cuánto tienes, cuánto ga­nas'. Lo segundo se sustituye por 'dónde has nacido' (nacionalismo visceral). Y el 'a donde vamos' se cambia por el 'dónde vamos a cenar"("el hedonismo sustituye al compro­miso)''.
Nicolás Sarkozy, presidente de Francia, aseguraba recientemente que su país debería empezar a medir el progreso no en términos financie­ros, sino de felicidad y bienestar. "Una gran revolución nos espera", aseguraba un Sarkozy preocupado por el caso de France Telecom, que ha llevado al suicidio a 25 empleados en los últimos meses, como respues­ta al proceso de transformación de la firma. Y para explicar el desarrollo en el futuro, Blasco apela a un "con­cepto revolucionario", el de la "pros­peridad sin crecimiento".
Una clave del futuro
Determinar cuál será la prosperidad del futuro es la clave de muchas profesiones. "Y las que estén,al alza se­rán aquellas que cubran esa nueva definición", añade Blasco, quien ase­gura que los países con más renta no son los más felices. Muchas com­pañías ya empiezan a ver que existe un nuevo grado superior de civilización. Las compañías con futuro serán aquellas que tratan de conservar su activo para que éste dé beneficios durante el mayor tiempo posible, frente a aquellas que explotan su activo para obtener un rendimiento inmediato. Las empresas longevas estarán vinculadas a la manera de gestionar los activos con los que cuentan".
Por su parte Carlos Lozano, director general de Business Innovation Consulting Group (BICG), valora la capacidad de adaptación y cambio en un nuevo escenario en el que re­sulta básico "replantear las formas de interacción y colaboración. Im­porta ante todo la innovación que permita crear un valor y un crecimiento transformador que llegue a clientes nuevos. Los valores que se deben potenciar son los del trabajo colaborativo en el que primen las ideas y no las jerarquías".
Josep Sayeras añade que “no se ha producido un cambio en las orga­nizaciones. Hemos cambiado el sustrato, pero las organizaciones de la sociedad actual son las mismas: empresas pensadas en el siglo XX con objetivos del XXI”. Y coincide con Blasco en que "la sociedad ha sufrido una pérdida de bienestar emocional. Crece en términos de riqueza, pero no así en términos de felicidad. La gente está cada vez mejor formada, pero por primera vez en la historia las perspectivas que tienen hoy en general no son mucho mejores que las que disfrutaron sus padres”.
Sayeras destaca la importancia de la conciliación, pero no referida al género, sino a uno mismo: trabaja­mos muchas más horas, pero de­mandamos más tiempo libre.
¿Qué hay que hacer para cambiar el paradigma? El experto se muestra partidario de construir una sociedad más flexible, y asegura que "aunque el mercado laboral tuviera flexibili­dad, es nuestra sociedad la que no la tiene. Cuanta más rigidez, más complicado será el ajuste.
Sayeras recuerda que "nos encon­tramos ante un cambio de paradig­ma, y debemos plantear qué tipo de sociedad pretendemos. Detrás del valor real hay que poner elsistema de valores que queremos, y en la so­ciedad posmoderna, la gente quiere la felicidad, y la quiere ya".
[Se puede ver un ejemplo práctico en lo expuesto por el empresario cordobés Francisco Martín Salcines:
http://cordoba.abc.es/20100214/cordoba-cordoba/hemos-perdido-principios-naturales-20100214.html ]
Genaro Chic- Mensajes : 729
Fecha de inscripción : 02/02/2010
Re: Principios rectores de la vida económica en una perspectiva racionalista
Condición indispensable y necesaria de una empresa: que asegure lucro. Si no hay lucro, no se explica la empresa y por lo tanto, tampoco la economía capitalista.
Le ética tendría que ver con la forma cómo se administra o se dispone de un porcentaje determinado de ese lucro. Los bancos para desgravar, organizan y gestionan Fundaciones que, en teoría no tienen interés lucrativo. También lo hace telefónica, Abengoa, etc.
Es la forma generalizada de hacerlo entre las grandes empresas estadounidenses. También entre las pequeñas empresas hay esa tradición a través de programas de ayuda social o de paga de cuotas a organizaciones no gubernamentales.
En los países mediterráneos, se lo hace también a través de la Iglesia Católica: donaciones a ordenas religiosas, a conventos, a programas específicos de la iglesia, a Cáritas.
Pero claro, esta es una forma de "pagar impuestos" (invertir directamente en fines sociales para desgravar)
Pienso que este comportamiento tiene que ver con la ética (protestante) del tabajo a la que aludía Weber en contraposición a la ética católica. Equivaldría a decir: los préstamos de capital no son usura (católicos); son ayudas (protestantes).
El capitalismo como forma de producción no tiene ética. La ética es posible dentro de las formas de gobierno. Si el sistema es democrático representativo, la participación ciudadana sería indispensable. Y como se puede constatar, existen muy diversos niveles de participación ciudadana.
En España hay una democracia representativa imperfecta o si se prefiere no suficientemente desarrollada. La Constitución garantiza que cualquier persona puede elegir y ser elegida pero.... para que eso sea posible es INDISPENSABLE afliliarse a un PARTIDO político. En realidad hay una partitocracia que pretende ser democrática pero no lo es.
¿Qué garantía tiene el ciudadano para exigir explicaciones al gobierno del porqué está metiendo mano en el dinero de la seguridad social para destinarlo a la ayuda a los bancos u otros fines?
Le ética tendría que ver con la forma cómo se administra o se dispone de un porcentaje determinado de ese lucro. Los bancos para desgravar, organizan y gestionan Fundaciones que, en teoría no tienen interés lucrativo. También lo hace telefónica, Abengoa, etc.
Es la forma generalizada de hacerlo entre las grandes empresas estadounidenses. También entre las pequeñas empresas hay esa tradición a través de programas de ayuda social o de paga de cuotas a organizaciones no gubernamentales.
En los países mediterráneos, se lo hace también a través de la Iglesia Católica: donaciones a ordenas religiosas, a conventos, a programas específicos de la iglesia, a Cáritas.
Pero claro, esta es una forma de "pagar impuestos" (invertir directamente en fines sociales para desgravar)
Pienso que este comportamiento tiene que ver con la ética (protestante) del tabajo a la que aludía Weber en contraposición a la ética católica. Equivaldría a decir: los préstamos de capital no son usura (católicos); son ayudas (protestantes).
El capitalismo como forma de producción no tiene ética. La ética es posible dentro de las formas de gobierno. Si el sistema es democrático representativo, la participación ciudadana sería indispensable. Y como se puede constatar, existen muy diversos niveles de participación ciudadana.
En España hay una democracia representativa imperfecta o si se prefiere no suficientemente desarrollada. La Constitución garantiza que cualquier persona puede elegir y ser elegida pero.... para que eso sea posible es INDISPENSABLE afliliarse a un PARTIDO político. En realidad hay una partitocracia que pretende ser democrática pero no lo es.
¿Qué garantía tiene el ciudadano para exigir explicaciones al gobierno del porqué está metiendo mano en el dinero de la seguridad social para destinarlo a la ayuda a los bancos u otros fines?
jorge bs- Invitado
Principios rectores para una economía del mal (y más allá)
Crisis humanitaria, éxodo y guerra: lo que ocurre en Somalia además de la piratería
DAVID YAGÜE. 04.03.2010 - 10.06 h // 20 Minutos
Somalia es un país que copa las portadas de los medios internacionales cuando sus piratas secuestran un barco occidental. Una vez terminado el secuestro de turno, su presencia mediática desaparece. Y es extraño que no despierte más interés cuando estamos hablando de un país envuelto en un conflicto que sólo en enero de 2010 provocó 258 civiles muertos y unos 80.000 desplazados.
Este país encabeza, por méritos propios, el Índice de estados fallidos 2009, realizado por The Fund for Peace y Foreign Policy, que conjuga datos políticos, sociales y económicos. Supera a Irak, Afganistán o a Haití. "No sólo es un estado fracasado, es una sociedad fracasada", sentencia Ignacio Gutiérrez de Terán, profesor del departamento de estudios árabes islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid y autor del libro Somalia, clanes, islam y terrorismo internacional.
Un país sin Gobierno
Somalia no tiene un gobierno efectivo desde que, en 1991, un golpe de Estado derrocara al dictador Mohamed Siyad Barré. Desde entonces, el poder se ha repartido, casi siempre de forma violenta, entre los distintos clanes en los que se dividen los somalíes, los señores de la guerra (jefes de milicias que controlan parte del territorio y su población; se basan en el clientelismo y necesitan del conflicto para mantener su poder) o distintas milicias. Esta situación ha convertido al país en un lugar sin instituciones y en los pocos simulacros de organización que existen, campa la corrupción.
El Gobierno Federal Transitorio sólo controla "unas calles" de la capital. Desde 2004 hay un Gobierno Federal Transitorio (GFT) que no ha sido elegido democráticamente, pero que coaliga a diferentes grupos. Sin embargo, se ha mostrado incapaz (pese a contar con cierto reconocimiento internacional y el apoyo de Etiopía y EE UU) de hacerse con el control del país.
Según relata el fotoperiodista José Cendón- secuestrado en Puntalandia en 2008- en su libro Billete de ida, esta autoridad únicamente "controla unas calles", con la ayuda de tropas extranjeras de la Unión Africana, y se esconde para no ser víctima de atentados como el que acabó con tres ministros del gabinete el pasado diciembre.
Territorios independientes y guerra
Somalia tiene dos territorios más o menos independientes. El primero es Somalilandia (al norte del país), que se autoindependizó en 1991 y funciona como un país distinto, aunque no tiene reconocimiento internacional. En la zona centro-norte se encuentra Puntlandia, una región que funciona de manera autonóma dentro de su pertenencia a Somalia. Sorprendentemente, estas dos zonas son las más "tranquilas", comparadas con el resto del país (pese a producirse disturbios y actos violentos y que en Puntlandia se focaliza la piratería).
Lo que te llama la atención de Somalia es que compruebas la capacidad destructiva del hombreEl resto del país es una tierra de nadie por la que pelean distintas facciones: "Luchan por el control del territorio y para asegurar su propia supervivencia y de la gente que depende de ellos", explica Gutiérrez de Terán. Los principales combates son entre el Gobierno y las milicias islámicas. Desde 2007, se calcula que han muerto entre 20.000 y 25.000 personas por los combates.
"Lo que te llama la atención en Somalia es comprobar la capacidad destructiva del hombre", recuerda Alfonso Verdú, responsable de los programas en Somalia de Médicos Sin Fronteras (MSF), que trabajó allí en 2007, "si ves vídeos de la capital del país, Mogadiscio, de los años 60 (o incluso de los 80), ves una ciudad como Niza, con edificios italianos y árabes, blancos, con turistas italianos; hoy, lo mínimo que te encuentras es un boquete en cada edificio".
La amenaza islámica
EE UU y su "guerra contra el terror" han situado a Somalia en el ámbito de los países que acogen a terroristas islamistas. Esta opinión se vió fortalecida cuando los conocidos como la Unión de Tribunales Islámicos se hicieron con el control del país (durante el año 2006). Fue un momento peculiar: a pesar de la imposición radical de la ley islámica (Sharia) fue un período realmente estable y donde, como ejemplo, las actividades de los piratas disminuyeron. En aquel momento, no hubo pruebas efectivas de que los islamistas somalíes estuvieran relacionadas con redes terroristas como Al Qaeda.
Etiopía intervino militarmente (diciembre de 2006, tuvo que retirarse dos años después) y acabó con la hegemonía de los islamistas. Estos grupos se dividieron: algunos han entrado al GFT (como su actual presidente Sheik Sharif) y otros se han agrupado en torno a grupos como Al Shabab (La juventud, en árabe), acérrimos enemigos del Gobierno y que sí que han admitido, si no sus conexiones, algunas simpatías con Al Qaeda y Bin Laden.
Una crisis humanitaria olvidada
Según la ONU, Somalia es una de las "mayores crisis humanitarias del mundo" y de las más olvidadas: la semana pasada Médicos Sin Fronteras la incluyó en su 'top ten' de las crisis más desatendidas en 2009.
Una de cada diez mujeres morirá en cualquiera de los siete partos de media que tendráAunque no hay datos de población reales (la guerra y los desplazados lo impiden), se calcula que de unos 8 o 9 millones de habitantes, 3,6 millones están en riesgo de malnutrición.
Los problemas sanitarios son igualmente graves, sobre todo en asuntos materno-infantiles, donde ostenta los peores datos a escala mundial. Una de cada diez mujeres morirá en cualquiera de los siete partos de media que tendrá. Uno de cada cinco niños no llegará a cumplir cinco años. Y todo ello, en un país sin apenas estructura médica: hay cuatro médicos por cada 100.000 habitantes (España tenía 459,55 en 2007).
El éxodo somalí
Los refugiados somalíes han conformado un auténtico éxodo. Se calcula que hay 600.000 somalíes con el estatus de refugiado en los países de alrededor (Kenia, Etiopía, Yemen, Yibuti, etc. y hay miles repartidos por todo el mundo). En los campos de Dabaab (Kenia) hay unos 300.000, el equivalente, aproximado, a la población de la ciudad de Alicante.
En 2009, 50.000 personas se lanzaron "en patera" al mar hacia YemenY no sólo fuera. Hay 1.300.000 desplazados internos, de ellos, medio millón están hacinadas en el corredor de Afgooye (que nace de Mogadiscio hacia Kenia). "Es de lo más precario que puede haber en el mundo", describe Alfonso Verdú de MSF.
En un país como España, que ha vivido la inmigración en patera y cayuco, resulta fácil comprender otra dramática forma de huida. En 2009, unas 50.000 personas (entre somalíes y keniatas) se lanzaron a cruzar el golfo de Adén para emigrar a Yemen. "Es un viaje en patera de entre 3 y 7 días", explica Verdú, "es un auténtico drama: viajan más de cien personas en barcos con capacidad para apenas cuarenta, se han constatado casos de violencia extrema como arrojar bebés por la borda".
Unas costas sin ley
Sin duda, la piratería es el asunto estrella para todo el mundo, pero que no preocupa en exceso a los somalíes, ya que queda al margen de sus necesidades básicas. Muchos expertos diferencian entre dos tipos de piratas: antiguos pescadores que "cobran" un peaje a los pesqueros y las grandes bandas, auténticos "piratas internacionales", que secuestran navios apoyados por señores de la guerra o ciertas autoridades de Puntlandia. En total, unos 1.000 o 1.500 bucaneros modernos.
[Piratas somalíes] "La verdadera piratería es la de las grandes flotas europeas y japonesas que esquilman esas costas, aprovechando la ausencia de autoridades estatales", asegura Ignacio Gutiérrez Terán. Y no sólo los pesqueros visitan los más de 3.300 kilómetros de costa, también las empresas que aprovechan el descontrol para arrojar allí residuos tóxicos, e incluso nucleares.
Organismos internacionales cifran en 94 millones de dólares los beneficios (datos de 2005) de la pesca ilegal en Somalia. Según la misión de la UE en la zona, la operación Atalanta, la cuantía de los rescates pagados en 2008 por parte de los países de la UE, oscilaría entre los 60 y 80 millones de dólares.
Una respuesta limitada
Los secuestros de pesqueros (entre ellos dos españoles, el Playa de Bakio y el Alakrana) de mercantes o de incluso yates privados ha despertado tal preocupación por lo que ocurre en las aguas somalíes y limítrofes que hay misiones con barcos de combate de la UE, la OTAN, Rusia y China en la zona. Su eficacia es limitada, según recordó el vicealmirante Peter Hudson, responsable de la operación Atalanta: la piratería "no se va a solucionar corriendo con barcos muy caros por el océano Índico, sino con la mejora de la situación en tierra".
DAVID YAGÜE. 04.03.2010 - 10.06 h // 20 Minutos
Somalia es un país que copa las portadas de los medios internacionales cuando sus piratas secuestran un barco occidental. Una vez terminado el secuestro de turno, su presencia mediática desaparece. Y es extraño que no despierte más interés cuando estamos hablando de un país envuelto en un conflicto que sólo en enero de 2010 provocó 258 civiles muertos y unos 80.000 desplazados.
Este país encabeza, por méritos propios, el Índice de estados fallidos 2009, realizado por The Fund for Peace y Foreign Policy, que conjuga datos políticos, sociales y económicos. Supera a Irak, Afganistán o a Haití. "No sólo es un estado fracasado, es una sociedad fracasada", sentencia Ignacio Gutiérrez de Terán, profesor del departamento de estudios árabes islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid y autor del libro Somalia, clanes, islam y terrorismo internacional.
Un país sin Gobierno
Somalia no tiene un gobierno efectivo desde que, en 1991, un golpe de Estado derrocara al dictador Mohamed Siyad Barré. Desde entonces, el poder se ha repartido, casi siempre de forma violenta, entre los distintos clanes en los que se dividen los somalíes, los señores de la guerra (jefes de milicias que controlan parte del territorio y su población; se basan en el clientelismo y necesitan del conflicto para mantener su poder) o distintas milicias. Esta situación ha convertido al país en un lugar sin instituciones y en los pocos simulacros de organización que existen, campa la corrupción.
El Gobierno Federal Transitorio sólo controla "unas calles" de la capital. Desde 2004 hay un Gobierno Federal Transitorio (GFT) que no ha sido elegido democráticamente, pero que coaliga a diferentes grupos. Sin embargo, se ha mostrado incapaz (pese a contar con cierto reconocimiento internacional y el apoyo de Etiopía y EE UU) de hacerse con el control del país.
Según relata el fotoperiodista José Cendón- secuestrado en Puntalandia en 2008- en su libro Billete de ida, esta autoridad únicamente "controla unas calles", con la ayuda de tropas extranjeras de la Unión Africana, y se esconde para no ser víctima de atentados como el que acabó con tres ministros del gabinete el pasado diciembre.
Territorios independientes y guerra
Somalia tiene dos territorios más o menos independientes. El primero es Somalilandia (al norte del país), que se autoindependizó en 1991 y funciona como un país distinto, aunque no tiene reconocimiento internacional. En la zona centro-norte se encuentra Puntlandia, una región que funciona de manera autonóma dentro de su pertenencia a Somalia. Sorprendentemente, estas dos zonas son las más "tranquilas", comparadas con el resto del país (pese a producirse disturbios y actos violentos y que en Puntlandia se focaliza la piratería).
Lo que te llama la atención de Somalia es que compruebas la capacidad destructiva del hombreEl resto del país es una tierra de nadie por la que pelean distintas facciones: "Luchan por el control del territorio y para asegurar su propia supervivencia y de la gente que depende de ellos", explica Gutiérrez de Terán. Los principales combates son entre el Gobierno y las milicias islámicas. Desde 2007, se calcula que han muerto entre 20.000 y 25.000 personas por los combates.
"Lo que te llama la atención en Somalia es comprobar la capacidad destructiva del hombre", recuerda Alfonso Verdú, responsable de los programas en Somalia de Médicos Sin Fronteras (MSF), que trabajó allí en 2007, "si ves vídeos de la capital del país, Mogadiscio, de los años 60 (o incluso de los 80), ves una ciudad como Niza, con edificios italianos y árabes, blancos, con turistas italianos; hoy, lo mínimo que te encuentras es un boquete en cada edificio".
La amenaza islámica
EE UU y su "guerra contra el terror" han situado a Somalia en el ámbito de los países que acogen a terroristas islamistas. Esta opinión se vió fortalecida cuando los conocidos como la Unión de Tribunales Islámicos se hicieron con el control del país (durante el año 2006). Fue un momento peculiar: a pesar de la imposición radical de la ley islámica (Sharia) fue un período realmente estable y donde, como ejemplo, las actividades de los piratas disminuyeron. En aquel momento, no hubo pruebas efectivas de que los islamistas somalíes estuvieran relacionadas con redes terroristas como Al Qaeda.
Etiopía intervino militarmente (diciembre de 2006, tuvo que retirarse dos años después) y acabó con la hegemonía de los islamistas. Estos grupos se dividieron: algunos han entrado al GFT (como su actual presidente Sheik Sharif) y otros se han agrupado en torno a grupos como Al Shabab (La juventud, en árabe), acérrimos enemigos del Gobierno y que sí que han admitido, si no sus conexiones, algunas simpatías con Al Qaeda y Bin Laden.
Una crisis humanitaria olvidada
Según la ONU, Somalia es una de las "mayores crisis humanitarias del mundo" y de las más olvidadas: la semana pasada Médicos Sin Fronteras la incluyó en su 'top ten' de las crisis más desatendidas en 2009.
Una de cada diez mujeres morirá en cualquiera de los siete partos de media que tendráAunque no hay datos de población reales (la guerra y los desplazados lo impiden), se calcula que de unos 8 o 9 millones de habitantes, 3,6 millones están en riesgo de malnutrición.
Los problemas sanitarios son igualmente graves, sobre todo en asuntos materno-infantiles, donde ostenta los peores datos a escala mundial. Una de cada diez mujeres morirá en cualquiera de los siete partos de media que tendrá. Uno de cada cinco niños no llegará a cumplir cinco años. Y todo ello, en un país sin apenas estructura médica: hay cuatro médicos por cada 100.000 habitantes (España tenía 459,55 en 2007).
El éxodo somalí
Los refugiados somalíes han conformado un auténtico éxodo. Se calcula que hay 600.000 somalíes con el estatus de refugiado en los países de alrededor (Kenia, Etiopía, Yemen, Yibuti, etc. y hay miles repartidos por todo el mundo). En los campos de Dabaab (Kenia) hay unos 300.000, el equivalente, aproximado, a la población de la ciudad de Alicante.
En 2009, 50.000 personas se lanzaron "en patera" al mar hacia YemenY no sólo fuera. Hay 1.300.000 desplazados internos, de ellos, medio millón están hacinadas en el corredor de Afgooye (que nace de Mogadiscio hacia Kenia). "Es de lo más precario que puede haber en el mundo", describe Alfonso Verdú de MSF.
En un país como España, que ha vivido la inmigración en patera y cayuco, resulta fácil comprender otra dramática forma de huida. En 2009, unas 50.000 personas (entre somalíes y keniatas) se lanzaron a cruzar el golfo de Adén para emigrar a Yemen. "Es un viaje en patera de entre 3 y 7 días", explica Verdú, "es un auténtico drama: viajan más de cien personas en barcos con capacidad para apenas cuarenta, se han constatado casos de violencia extrema como arrojar bebés por la borda".
Unas costas sin ley
Sin duda, la piratería es el asunto estrella para todo el mundo, pero que no preocupa en exceso a los somalíes, ya que queda al margen de sus necesidades básicas. Muchos expertos diferencian entre dos tipos de piratas: antiguos pescadores que "cobran" un peaje a los pesqueros y las grandes bandas, auténticos "piratas internacionales", que secuestran navios apoyados por señores de la guerra o ciertas autoridades de Puntlandia. En total, unos 1.000 o 1.500 bucaneros modernos.
[Piratas somalíes] "La verdadera piratería es la de las grandes flotas europeas y japonesas que esquilman esas costas, aprovechando la ausencia de autoridades estatales", asegura Ignacio Gutiérrez Terán. Y no sólo los pesqueros visitan los más de 3.300 kilómetros de costa, también las empresas que aprovechan el descontrol para arrojar allí residuos tóxicos, e incluso nucleares.
Organismos internacionales cifran en 94 millones de dólares los beneficios (datos de 2005) de la pesca ilegal en Somalia. Según la misión de la UE en la zona, la operación Atalanta, la cuantía de los rescates pagados en 2008 por parte de los países de la UE, oscilaría entre los 60 y 80 millones de dólares.
Una respuesta limitada
Los secuestros de pesqueros (entre ellos dos españoles, el Playa de Bakio y el Alakrana) de mercantes o de incluso yates privados ha despertado tal preocupación por lo que ocurre en las aguas somalíes y limítrofes que hay misiones con barcos de combate de la UE, la OTAN, Rusia y China en la zona. Su eficacia es limitada, según recordó el vicealmirante Peter Hudson, responsable de la operación Atalanta: la piratería "no se va a solucionar corriendo con barcos muy caros por el océano Índico, sino con la mejora de la situación en tierra".
Última edición por Admin el Vie Mar 05, 2010 12:19 pm, editado 1 vez (Razón : Editado porque faltaban palabras y partes del texto (los peligros del Cortar-Pegar). Gracias a Genaro por su indicación)
Aarón- Invitado
Temas similares
» La verdad que se enseña en la Universidad racionalista
» LOS PROBLEMAS DE LA MIGRACIÓN DE NORTEAMÉRICA VISTOS DESDE LA PERSPECTIVA HISPANOAMERICANA
» Los problemas de África y la migración vistos desde la perspectiva africana
» Oro y libertad económica
» ¿Hay vida después de la muerte?
» LOS PROBLEMAS DE LA MIGRACIÓN DE NORTEAMÉRICA VISTOS DESDE LA PERSPECTIVA HISPANOAMERICANA
» Los problemas de África y la migración vistos desde la perspectiva africana
» Oro y libertad económica
» ¿Hay vida después de la muerte?
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.