La Sanidad Privada y la pandemia de coronavirus
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La Sanidad Privada y la pandemia de coronavirus
El gobierno de izquierdas no lo hizo ¿por qué?
"LA CONSTITUCIÓN PERMITE QUE SE PUEDA INTERVENIR LA SANIDAD PRIVADA PARA PONER SUS RECURSOS AL SERVICIO DE LA PÚBLICA"
Miguel Presno, catedrático en Derecho Constitucional [Universidad de Oviedo], señala que la aprobación del estado de alarma permitiría que el Estado, en caso de necesidad, interviniera en la sanidad privada para asegurar los recursos necesarios en la pública. Recuerda, además, que el artículo 128 de la carta magna señala que "mediante la ley" se podrá "acordar la intervención de empresas cuando así lo exija el interés general".
https://www.publico.es/sociedad/constitucion-permite-pueda-intervenir-sanidad-privada-poner-recursos-servicio-publica.html
Comentario: El Estado español hizo que casi todos los enfermos de covid fuesen derivados a la Sanidad Pública (salvo la vicepresidenta Carmen Calvo) y que los ancianos enfermos de esa enfermedad permanecieran y murieran, prácticamente sin asistencia, en las Residencias de la Tercera Edad. La Sanidad Privada, en la práctica, se vio privada así del coste de atender a aquellos enfermos con póliza privada, al tiempo que se veía favorecida por la implosión de Sanidad Pública, como demuestra el enorme incremento de pólizas privadas experimentado en los dos últimos años, lo que a su vez ha afectado a la atención a sus clientes, que se ha visto dilatada y, en la práctica los tiempos de atención reducidos, al menos en parte. Hay que tener en cuenta, además, que una buena parte del cuadro médico de la Sanidad Privada es el mismo que ejerce en la Sanidad Pública. Y todo esto es comprobable sin que nadie haya protestado (o al menos sin que su protesta haya trascendido)
El 23 de febrero de 1983 el gobierno de Felipe González, recién llegado al poder, realizó la expropiación del holding de empresas RUMASA, "por razones de utilidad pública e interés social". Y no se había decretado un estado de alarma. Es evidente que cuando se quiere hacer y se puede, entonces se hace.
"LA CONSTITUCIÓN PERMITE QUE SE PUEDA INTERVENIR LA SANIDAD PRIVADA PARA PONER SUS RECURSOS AL SERVICIO DE LA PÚBLICA"
Miguel Presno, catedrático en Derecho Constitucional [Universidad de Oviedo], señala que la aprobación del estado de alarma permitiría que el Estado, en caso de necesidad, interviniera en la sanidad privada para asegurar los recursos necesarios en la pública. Recuerda, además, que el artículo 128 de la carta magna señala que "mediante la ley" se podrá "acordar la intervención de empresas cuando así lo exija el interés general".
https://www.publico.es/sociedad/constitucion-permite-pueda-intervenir-sanidad-privada-poner-recursos-servicio-publica.html
Comentario: El Estado español hizo que casi todos los enfermos de covid fuesen derivados a la Sanidad Pública (salvo la vicepresidenta Carmen Calvo) y que los ancianos enfermos de esa enfermedad permanecieran y murieran, prácticamente sin asistencia, en las Residencias de la Tercera Edad. La Sanidad Privada, en la práctica, se vio privada así del coste de atender a aquellos enfermos con póliza privada, al tiempo que se veía favorecida por la implosión de Sanidad Pública, como demuestra el enorme incremento de pólizas privadas experimentado en los dos últimos años, lo que a su vez ha afectado a la atención a sus clientes, que se ha visto dilatada y, en la práctica los tiempos de atención reducidos, al menos en parte. Hay que tener en cuenta, además, que una buena parte del cuadro médico de la Sanidad Privada es el mismo que ejerce en la Sanidad Pública. Y todo esto es comprobable sin que nadie haya protestado (o al menos sin que su protesta haya trascendido)
El 23 de febrero de 1983 el gobierno de Felipe González, recién llegado al poder, realizó la expropiación del holding de empresas RUMASA, "por razones de utilidad pública e interés social". Y no se había decretado un estado de alarma. Es evidente que cuando se quiere hacer y se puede, entonces se hace.
Última edición por Genaro Chic el Mar Abr 26, 2022 11:50 am, editado 3 veces
Genaro Chic- Mensajes : 729
Fecha de inscripción : 02/02/2010
Se pide una investigación sobre la muerte de 35.670 personas en residencias de mayores
EL EX CONSEJERO DE POLÍTICA SOCIALES DE AYUSO FIRMA UNA PETICIÓN PARA QUE SE INVESTIGUEN LAS MUERTES EN RESIDENCIAS
Alberto Reyero vuelve a reclamar una comisión de investigación que esclarezca lo ocurrido en las residencias de mayores, a través de una plataforma de recogida de firmas
El ex consejero de Políticas Sociales de la Comunidad de Madrid, Alberto Reyero, ha vuelto a solicitar públicamente que se esclarezcan las muertes en las residencias de mayores durante la pandemia. Esta vez, el que fuera dirigente de Ciudadanos en el anterior gobierno de Isabel Díaz Ayuso, lo ha hecho a través de una petición en la plataforma change.org para recoger firmas para que la Fiscalía investigue lo ocurrido en estos centros y que se cree una comisión en el Congreso.
Reyero dimitió de su cargo en el ejecutivo regional en octubre de 2020, siete meses después del inicio de la pandemia, después de denunciar los protocolos de la Consejería de Sanidad, que negaron la derivación de ancianos de las residencias a los hospitales durante el momento más crítico de la primera ola. En una comisión en la Asamblea, cuando aún era consejero, calificó estas instrucciones de poco éticas y posiblemente ilegales.
Ya en aquel momento Reyero se mostró “absolutamente a favor” de crear una comisión de investigación en la Asamblea que analizase lo ocurrido en las residencias durante la pandemia, a lo que Ayuso se ha negado desde entonces. Incluso se hicieron públicos unos correos electrónicos dirigidos al consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, en los que criticaba los protocolos.
A finales de junio de 2021, el ex consejero madrileño reapareció públicamente para volver a exigir una comisión de investigación en la Asamblea de Madrid, para arrojar luz sobre la muerte de más de 7.000 ancianos en apenas dos meses en los centros de la Comunidad. Una comisión en la que, a su juicio, deberían comparecer la presidenta Ayuso y él mismo.
“Sigo pensando que el formato adecuado para contar mi versión es el parlamentario, y si eso no se produce, tendré que buscar alguna manera de ser capaz de contar mi versión, porque creo que los madrileños se merecen que los que hemos intervenido en asuntos públicos demos respuestas a la gente sobre lo que ha pasado. Y qué mejor que los grupos de la oposición, diputados de todos los partidos políticos, puedan preguntar sobre lo que ocurrió en ese momento”, dijo en una entrevista en elDiario.es.
Ahora, Alberto Reyero ha compartido a través de su cuenta de Twitter la campaña en la plataforma de recogida de firmas, iniciada por el director de Público, Manuel Rico, y el director del Instituto de Derechos Humanos UV, Fernando Flores para que se investigue “en serio” lo ocurrido en las residencias de todo el país, tras el cierre de las comisiones parlamentarias en Madrid, Catalunya y Castilla y León.
Esta petición va en línea con la realizada por organizaciones como Médicos sin Fronteras y Amnistía Internacional. Precisamente, esta última denunció hace unos días que la Fiscalía ha archivado el 89% de las diligencias por muertes en las residencias. La ONG ha revisado los procesos que afectan a más de un centenar de residencias de Madrid y Catalunya y asegura que las autoridades “han incumplido su obligación de investigar de forma exhaustiva y adecuada las vulneraciones del derecho a la vida en las residencias”, donde han fallecido 35.670 personas.
https://www.eldiario.es/madrid/ex-consejero-politica-sociales-ayuso-firma-peticion-investiguen-muertes-residencias_1_8721064.html[/b]
Alberto Reyero vuelve a reclamar una comisión de investigación que esclarezca lo ocurrido en las residencias de mayores, a través de una plataforma de recogida de firmas
El ex consejero de Políticas Sociales de la Comunidad de Madrid, Alberto Reyero, ha vuelto a solicitar públicamente que se esclarezcan las muertes en las residencias de mayores durante la pandemia. Esta vez, el que fuera dirigente de Ciudadanos en el anterior gobierno de Isabel Díaz Ayuso, lo ha hecho a través de una petición en la plataforma change.org para recoger firmas para que la Fiscalía investigue lo ocurrido en estos centros y que se cree una comisión en el Congreso.
Reyero dimitió de su cargo en el ejecutivo regional en octubre de 2020, siete meses después del inicio de la pandemia, después de denunciar los protocolos de la Consejería de Sanidad, que negaron la derivación de ancianos de las residencias a los hospitales durante el momento más crítico de la primera ola. En una comisión en la Asamblea, cuando aún era consejero, calificó estas instrucciones de poco éticas y posiblemente ilegales.
Ya en aquel momento Reyero se mostró “absolutamente a favor” de crear una comisión de investigación en la Asamblea que analizase lo ocurrido en las residencias durante la pandemia, a lo que Ayuso se ha negado desde entonces. Incluso se hicieron públicos unos correos electrónicos dirigidos al consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, en los que criticaba los protocolos.
A finales de junio de 2021, el ex consejero madrileño reapareció públicamente para volver a exigir una comisión de investigación en la Asamblea de Madrid, para arrojar luz sobre la muerte de más de 7.000 ancianos en apenas dos meses en los centros de la Comunidad. Una comisión en la que, a su juicio, deberían comparecer la presidenta Ayuso y él mismo.
“Sigo pensando que el formato adecuado para contar mi versión es el parlamentario, y si eso no se produce, tendré que buscar alguna manera de ser capaz de contar mi versión, porque creo que los madrileños se merecen que los que hemos intervenido en asuntos públicos demos respuestas a la gente sobre lo que ha pasado. Y qué mejor que los grupos de la oposición, diputados de todos los partidos políticos, puedan preguntar sobre lo que ocurrió en ese momento”, dijo en una entrevista en elDiario.es.
Ahora, Alberto Reyero ha compartido a través de su cuenta de Twitter la campaña en la plataforma de recogida de firmas, iniciada por el director de Público, Manuel Rico, y el director del Instituto de Derechos Humanos UV, Fernando Flores para que se investigue “en serio” lo ocurrido en las residencias de todo el país, tras el cierre de las comisiones parlamentarias en Madrid, Catalunya y Castilla y León.
Esta petición va en línea con la realizada por organizaciones como Médicos sin Fronteras y Amnistía Internacional. Precisamente, esta última denunció hace unos días que la Fiscalía ha archivado el 89% de las diligencias por muertes en las residencias. La ONG ha revisado los procesos que afectan a más de un centenar de residencias de Madrid y Catalunya y asegura que las autoridades “han incumplido su obligación de investigar de forma exhaustiva y adecuada las vulneraciones del derecho a la vida en las residencias”, donde han fallecido 35.670 personas.
https://www.eldiario.es/madrid/ex-consejero-politica-sociales-ayuso-firma-peticion-investiguen-muertes-residencias_1_8721064.html[/b]
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El desmontaje de la Sanidad Pública en la época globalista
SUPLICAR DINERO ONLINE PARA LOGRAR SER OPERADO: LA SANIDAD PÚBLICA SE HUNDE EN GRAN BRETAÑA
Las campañas de 'crowdfunding' para costear tratamientos médicos privados se han multiplicado por 20 en los últimos cinco años debido a la gran crisis que atraviesa el NHS.
Desde su creación en 1948, el sistema nacional de salud público (NHS) siempre había sido el gran orgullo de los británicos. Pero el que presumía de ser uno de los servicios más eficientes, igualitarios y completos del mundo se encuentra ahora en una crisis sin precedentes, simbolizada con una lista de espera que roza ya los siete millones de personas, lo que representa aproximadamente uno de cada 10 habitantes. Alrededor de 3,8 millones de personas han estado esperando al menos cuatro meses para someterse a una cirugía rutinaria. Otros 300.000 llevan más de un año en la cola. Y el ministro de Sanidad, Sajid Javid, ya ha explicado en la Cámara de los Comunes que no se esperan mejoras hasta marzo de 2024.
Ante tal panorama, la atención médica está avanzando silenciosamente hacia el sector privado. Y lo más preocupante es que son cada vez más aquellos con pocos recursos los que se ven obligados a buscar una alternativa. Según una investigación realizada por Financial Times, entre 2010 y 2020, el gasto que los británicos destinaron a tratamientos privados aumentó en un 60% en general, pero se duplicó entre la quinta parte de la población con ingresos más bajos. Los más pobres gastan ahora tanto en atención médica privada como los más ricos, en términos relativos.
A día de hoy, uno de cada 14 hogares más desfavorecidos incurre en “costos catastróficos de atención médica” -donde la factura supera el 40% de la capacidad de pago-. Hace una década, era uno de cada 30. Cuando miles de personas con bajos salarios se ven obligadas a recaudar dinero de extraños para poder recibir a tiempo un tratamiento es la señal más clara, hasta ahora, de que el NHS está al borde del colapso.
Tradicionalmente, siempre se había presentado al sistema nacional de salud pública del Reino Unido como la antítesis socialista ante la distopía capitalista de los Estados Unidos. Pero el escenario ahora es muy distinto. En 1990, el gasto de los británicos en atención médica fue equivalente al 1% del PIB, mientras que al otro lado del Atlántico, los estadounidenses sin seguro desembolsaron más del doble, el 2,2%. Treinta años después, esa brecha casi ha desaparecido. El gasto no reembolsable de los estadounidenses ahora es del 1,9% y el de los británicos se ha duplicado al 1,8%.
El tapón ocasionado por la pandemia juega un factor importante para explicar las largas listas de espera. Desde 2020, aproximadamente 3,7 millones de británicos se han visto obligados a recurrir a la atención privada para citas del médico de cabecera, según una encuesta de YouGov. Pero lo cierto es que el NHS lleva ya tiempo enfermo. Y el diagnóstico va más allá de la presión que ejerce una población cada vez más envejecida, un denominador común en el resto de países.
Según los datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), el Reino Unido destinó el 10.4% de su PIB a sanidad pública en 2020, más que cualquier otro país medido, excepto Alemania y Estados Unidos. Pero existe un verdadero problema burocrático y, ante todo, de falta de personal. Desde hace ya décadas, el mercado laboral británico no forma a suficientes profesionales para este sector. A día de hoy, casi el 15% de los trabajadores del NHS ha nacido fuera del Reino Unido. Aunque la representación de los comunitarios ha disminuido considerablemente en los últimos años debido al Brexit. El 2016, año del plebiscito, el número de enfermeros procedentes de países de la UE representaba el 7.4% de los trabajadores extranjeros. Ahora son el 5,6%.
https://www.elconfidencial.com/mundo/2022-06-02/sanidad-publica-reino-unido-se-hunde_3434654/
Las campañas de 'crowdfunding' para costear tratamientos médicos privados se han multiplicado por 20 en los últimos cinco años debido a la gran crisis que atraviesa el NHS.
Desde su creación en 1948, el sistema nacional de salud público (NHS) siempre había sido el gran orgullo de los británicos. Pero el que presumía de ser uno de los servicios más eficientes, igualitarios y completos del mundo se encuentra ahora en una crisis sin precedentes, simbolizada con una lista de espera que roza ya los siete millones de personas, lo que representa aproximadamente uno de cada 10 habitantes. Alrededor de 3,8 millones de personas han estado esperando al menos cuatro meses para someterse a una cirugía rutinaria. Otros 300.000 llevan más de un año en la cola. Y el ministro de Sanidad, Sajid Javid, ya ha explicado en la Cámara de los Comunes que no se esperan mejoras hasta marzo de 2024.
Ante tal panorama, la atención médica está avanzando silenciosamente hacia el sector privado. Y lo más preocupante es que son cada vez más aquellos con pocos recursos los que se ven obligados a buscar una alternativa. Según una investigación realizada por Financial Times, entre 2010 y 2020, el gasto que los británicos destinaron a tratamientos privados aumentó en un 60% en general, pero se duplicó entre la quinta parte de la población con ingresos más bajos. Los más pobres gastan ahora tanto en atención médica privada como los más ricos, en términos relativos.
A día de hoy, uno de cada 14 hogares más desfavorecidos incurre en “costos catastróficos de atención médica” -donde la factura supera el 40% de la capacidad de pago-. Hace una década, era uno de cada 30. Cuando miles de personas con bajos salarios se ven obligadas a recaudar dinero de extraños para poder recibir a tiempo un tratamiento es la señal más clara, hasta ahora, de que el NHS está al borde del colapso.
Tradicionalmente, siempre se había presentado al sistema nacional de salud pública del Reino Unido como la antítesis socialista ante la distopía capitalista de los Estados Unidos. Pero el escenario ahora es muy distinto. En 1990, el gasto de los británicos en atención médica fue equivalente al 1% del PIB, mientras que al otro lado del Atlántico, los estadounidenses sin seguro desembolsaron más del doble, el 2,2%. Treinta años después, esa brecha casi ha desaparecido. El gasto no reembolsable de los estadounidenses ahora es del 1,9% y el de los británicos se ha duplicado al 1,8%.
El tapón ocasionado por la pandemia juega un factor importante para explicar las largas listas de espera. Desde 2020, aproximadamente 3,7 millones de británicos se han visto obligados a recurrir a la atención privada para citas del médico de cabecera, según una encuesta de YouGov. Pero lo cierto es que el NHS lleva ya tiempo enfermo. Y el diagnóstico va más allá de la presión que ejerce una población cada vez más envejecida, un denominador común en el resto de países.
Según los datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), el Reino Unido destinó el 10.4% de su PIB a sanidad pública en 2020, más que cualquier otro país medido, excepto Alemania y Estados Unidos. Pero existe un verdadero problema burocrático y, ante todo, de falta de personal. Desde hace ya décadas, el mercado laboral británico no forma a suficientes profesionales para este sector. A día de hoy, casi el 15% de los trabajadores del NHS ha nacido fuera del Reino Unido. Aunque la representación de los comunitarios ha disminuido considerablemente en los últimos años debido al Brexit. El 2016, año del plebiscito, el número de enfermeros procedentes de países de la UE representaba el 7.4% de los trabajadores extranjeros. Ahora son el 5,6%.
https://www.elconfidencial.com/mundo/2022-06-02/sanidad-publica-reino-unido-se-hunde_3434654/
Genaro Chic- Mensajes : 729
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Prestigio ¿Tienen las compañías privadas muchos médicos trabajando sólo para ellas?
¿Tienen las compañías muchos médicos trabajando sólo para ellas?
LA AMENAZA DEL COPAGO MÉDICO
Mientras la sanidad privada crece y gana terreno entre la población [por el hundimiento de la pública con la pandemia], los profesionales que la ejercen también tiene su propia guerra abierta. Desde la asociación nacida en Sevilla, Unión Profesional de Médicos de Ejercicio Libre (Unipromel), su presidente, el oftalmólogo sevillano Ignacio Guerrero, anuncia un "otoño caliente" si no hay un acercamiento de las aseguradoras. "Creo que las compañías estarán obligadas a negociar este otoño si quieren evitar un grave conflicto y, sobre todo, una enorme pérdida de reputación y de confianza de los ciudadanos en el sector de los seguros", indica.
Añade Guerrero que las aseguradoras hacen gala de "excelencia y buenas prácticas" cuando "pagan al médico entre 5 y 15 euros por consulta que la Sanidad pública tiene valoradas entre 55 y 85 euros y que en el mercado privado oscilan entre los 80 y 150 euros". "Lo que pedimos es pasar de una media de 15 euros a unos 30 ó 35. No es razón para que no nos escuchen", insiste.
Por ello, Unipromel reclama "que se cumpla la legislación vigente en materia de competencia, libertad de elección, transparencia y derechos de los consumidores para que los pacientes conozcan todas las circunstancias que concurren en su prestación y figuren por escrito en un documento explicativo que informe del precio, del coste y del baremo que la compañía impone como honorarios y que realmente es la cobertura del riesgo que tienen contratado".
El malestar entre los médicos es creciente, ya que los baremos con los que las aseguradoras les retribuyen no han sido actualizados desde hace 32 años y provocan que los facultativos españoles sean los peor pagados de la Unión Europea.
Unipromel vislumbra que las aseguradoras se enfrentan a un otoño complicado debido al conflicto que se va a producir entre los legítimos derechos de las partes: el de las compañías en orden a obtener beneficios; el de los médicos a recibir unos honorarios dignos; y, finalmente, el de los pacientes a recibir una atención de calidad.
"Esto no es un problema de médicos, es una cuestión de pacientes, que son los que pagan el deterioro del sector", apostilla Guerrero. "Si las compañías no mejoran sus baremos de coberturas será la libre relación entre médico y el paciente la que debe prevalecer, acordando si fuera necesario un copago de mutuo acuerdo que suplemente esa baja cobertura, una cantidad muy por debajo de los precios de costes de la Sanidad pública y de los precios privados, para que quede perfectamente demostrado que en ningún caso se pueda calificar como una imposición o como algo abusivo", añaden desde la asociación.
https://www.diariodesevilla.es/sevilla/sanidad-privada-gana-terreno-Sevilla_0_1710429176.html
LA AMENAZA DEL COPAGO MÉDICO
Mientras la sanidad privada crece y gana terreno entre la población [por el hundimiento de la pública con la pandemia], los profesionales que la ejercen también tiene su propia guerra abierta. Desde la asociación nacida en Sevilla, Unión Profesional de Médicos de Ejercicio Libre (Unipromel), su presidente, el oftalmólogo sevillano Ignacio Guerrero, anuncia un "otoño caliente" si no hay un acercamiento de las aseguradoras. "Creo que las compañías estarán obligadas a negociar este otoño si quieren evitar un grave conflicto y, sobre todo, una enorme pérdida de reputación y de confianza de los ciudadanos en el sector de los seguros", indica.
Añade Guerrero que las aseguradoras hacen gala de "excelencia y buenas prácticas" cuando "pagan al médico entre 5 y 15 euros por consulta que la Sanidad pública tiene valoradas entre 55 y 85 euros y que en el mercado privado oscilan entre los 80 y 150 euros". "Lo que pedimos es pasar de una media de 15 euros a unos 30 ó 35. No es razón para que no nos escuchen", insiste.
Por ello, Unipromel reclama "que se cumpla la legislación vigente en materia de competencia, libertad de elección, transparencia y derechos de los consumidores para que los pacientes conozcan todas las circunstancias que concurren en su prestación y figuren por escrito en un documento explicativo que informe del precio, del coste y del baremo que la compañía impone como honorarios y que realmente es la cobertura del riesgo que tienen contratado".
El malestar entre los médicos es creciente, ya que los baremos con los que las aseguradoras les retribuyen no han sido actualizados desde hace 32 años y provocan que los facultativos españoles sean los peor pagados de la Unión Europea.
Unipromel vislumbra que las aseguradoras se enfrentan a un otoño complicado debido al conflicto que se va a producir entre los legítimos derechos de las partes: el de las compañías en orden a obtener beneficios; el de los médicos a recibir unos honorarios dignos; y, finalmente, el de los pacientes a recibir una atención de calidad.
"Esto no es un problema de médicos, es una cuestión de pacientes, que son los que pagan el deterioro del sector", apostilla Guerrero. "Si las compañías no mejoran sus baremos de coberturas será la libre relación entre médico y el paciente la que debe prevalecer, acordando si fuera necesario un copago de mutuo acuerdo que suplemente esa baja cobertura, una cantidad muy por debajo de los precios de costes de la Sanidad pública y de los precios privados, para que quede perfectamente demostrado que en ningún caso se pueda calificar como una imposición o como algo abusivo", añaden desde la asociación.
https://www.diariodesevilla.es/sevilla/sanidad-privada-gana-terreno-Sevilla_0_1710429176.html
Genaro Chic- Mensajes : 729
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Re: La Sanidad Privada y la pandemia de coronavirus
ALUVIÓN DE CAUSAS JUDICIALES POR LOS GASTOS DE HOSPITALIZACIÓN DE FUNCIONARIOS CON COVID
La Justicia, a través de diversos tribunales, estudia un aluvión de causas judiciales relacionadas con demandas derivadas de los costes por ingreso hospitalario de funcionarios con coronavirus en los compases más duros de la pandemia. Los trabajadores públicos -habitualmente atendidos por mutuas- fueron derivados a la sanidad pública y los tribunales tratan de dirimir qué figura, física o jurídica, debe hacerse cargo de las facturas de los tratamientos médicos que percibieron.
Según ha sabido Vozpópuli, el Gobierno rechaza publicar un informe clave reclamado a través del Portal de Transparencia sobre esta cuestión, al ser uno de los elementos de los que dispone la Abogacía del Estado para defender los intereses de la Administración ante los jueces.
El origen de la polémica se remonta a las fases iniciales de la pandemia, cuando los centros sanitarios alcanzaron el colapso ante la multitud de pacientes afectados por coronavirus a los que debían atender. La sanidad pública recurrió a sistemas de triaje para separar a los enfermos del virus pulmonar. A la saturación hospitalaria había que sumar los complejos procedimientos de aislamiento para evitar una mayor propagación de la enfermedad. A la postre, las Fuerzas Armadas apoyaron a los centros sanitarios con la instalación de hospitales de campaña.
Muchos de los funcionarios contagiados por coronavirus se encontraron con un complejo laberinto administrativo, al no encontrar espacio en las mutuas en las que estaban asegurados. Tratándose de situaciones extremas -los muertos por covid superaron la barrera del millar en un sólo día- se optó por su derivación a los hospitales públicos, donde recibieron el tratamiento necesario para sus afecciones.
https://www.vozpopuli.com/espana/aluvion-causas-judiciales-gastos-hospitalizacion-funcionarios-covid.html
La Justicia, a través de diversos tribunales, estudia un aluvión de causas judiciales relacionadas con demandas derivadas de los costes por ingreso hospitalario de funcionarios con coronavirus en los compases más duros de la pandemia. Los trabajadores públicos -habitualmente atendidos por mutuas- fueron derivados a la sanidad pública y los tribunales tratan de dirimir qué figura, física o jurídica, debe hacerse cargo de las facturas de los tratamientos médicos que percibieron.
Según ha sabido Vozpópuli, el Gobierno rechaza publicar un informe clave reclamado a través del Portal de Transparencia sobre esta cuestión, al ser uno de los elementos de los que dispone la Abogacía del Estado para defender los intereses de la Administración ante los jueces.
El origen de la polémica se remonta a las fases iniciales de la pandemia, cuando los centros sanitarios alcanzaron el colapso ante la multitud de pacientes afectados por coronavirus a los que debían atender. La sanidad pública recurrió a sistemas de triaje para separar a los enfermos del virus pulmonar. A la saturación hospitalaria había que sumar los complejos procedimientos de aislamiento para evitar una mayor propagación de la enfermedad. A la postre, las Fuerzas Armadas apoyaron a los centros sanitarios con la instalación de hospitales de campaña.
Muchos de los funcionarios contagiados por coronavirus se encontraron con un complejo laberinto administrativo, al no encontrar espacio en las mutuas en las que estaban asegurados. Tratándose de situaciones extremas -los muertos por covid superaron la barrera del millar en un sólo día- se optó por su derivación a los hospitales públicos, donde recibieron el tratamiento necesario para sus afecciones.
https://www.vozpopuli.com/espana/aluvion-causas-judiciales-gastos-hospitalizacion-funcionarios-covid.html
Genaro Chic- Mensajes : 729
Fecha de inscripción : 02/02/2010
Re: La Sanidad Privada y la pandemia de coronavirus
EL GASTO FARMACÉUTICO SIGUE DISPARADO EN ANDALUCÍA
• El Gobierno acumula incesantes subidas desde el fin del sistema de la subasta
• Salud dedica 462 millones más al pago de las recetas en dos años
Un ciudadano que compra en una farmacia el medicamento que le receta el médico apenas paga una parte de su coste real. Son precios públicos. El resto del dinero hasta llegar a ese precio real lo abonan las administraciones con los impuestos de los contribuyentes. Éste ha sido hasta no hace mucho uno de los principales motivos de preocupación de los gobiernos, el llamado gasto farmacéutico, que en Andalucía avanza disparado de un tiempo a esta parte. A este reciente descontrol del gasto han contribuido dos factores, una cierta relajación de los controles y, sobre todo, la desaparición de las subastas de medicamentos que ha dispuesto el Gobierno andaluz.
Que el gasto farmacéutico ande desatado en Andalucía sólo parece preocupar a la Consejería de Hacienda, que avisó el pasado mes de diciembre en un informe a la Consejería de Salud del rumbo que está tomando el coste de la prestación pública. Los datos son elocuentes. La variación del dinero que le ha costado al Gobierno andaluz cada receta médica ha subido en mayo de 2022 un 8,5% comparado con el mismo periodo de 2021, según el registro más reciente del Ministerio de Hacienda. En ese mismo periodo, en cambio, el alza promedio de las comunidades autónomas ha sido del 7%. El gasto andaluz en productos farmacéuticos por recetas está mes tras mes a la cabeza del escalafón nacional desde 2019.
En 2015, cuando la subasta regía aún el modo en que la Administración andaluza compraba los fármacos, la Junta abonó por las recetas 1.587 millones. Fue la factura mínima. La máxima ha sido el gasto de 2021: 2.191 millones, es decir, 604 millones de euros más que han de restarse del resto de consejerías. En 2022, informa la Consejería de Salud, durante el período entre enero y julio, el gasto farmacéutico ha sido de 1.311,47 millones, un 6,7% más respecto al mismo periodo del año anterior. Siempre crece.
Hubo un tiempo en que el gasto al que los gobiernos debían hacer frente para mantener un sistema sanitario público, y viable, era el primer causante de los dolores de cabeza entre los dirigentes. Al comienzo, en la primera década del presente siglo, proliferaron las llamadas a la racionalización. "Los medicamentos no son caramelos", sugirió entonces una ocurrente campaña institucional. De la recomendación al hecho, sin embargo, hay un gran trecho. Llegaron entonces las regulaciones, las leyes, las normas de ahorro, las de la prescripción por el principio activo, por ejemplo. Con el hundimiento de la economía española tras la crisis de 2010 y la escalada sin control del déficit público, se acentuaron estas políticas de reducción del coste del sistema farmacéutico.
La Junta de Andalucía de entonces fue a más e ideó un sistema para reducir el gasto a la vez que ingresaba unos nada despreciables cientos de millones al año. Era 2012. El nuevo sistema de compra de fármacos a la industria para abastecer al ciudadano fue conocido como subasta, un modelo que, por más que ha sido elogiado por organismos como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, estuvo en el punto de mira del Gobierno andaluz del PP y Cs hasta que acabó expirando. Desde entonces anda disparado el gasto.
https://www.diariodesevilla.es/andalucia/gasto-farmaceutico-andalucia-disparado_0_1715529777.html
• El Gobierno acumula incesantes subidas desde el fin del sistema de la subasta
• Salud dedica 462 millones más al pago de las recetas en dos años
Un ciudadano que compra en una farmacia el medicamento que le receta el médico apenas paga una parte de su coste real. Son precios públicos. El resto del dinero hasta llegar a ese precio real lo abonan las administraciones con los impuestos de los contribuyentes. Éste ha sido hasta no hace mucho uno de los principales motivos de preocupación de los gobiernos, el llamado gasto farmacéutico, que en Andalucía avanza disparado de un tiempo a esta parte. A este reciente descontrol del gasto han contribuido dos factores, una cierta relajación de los controles y, sobre todo, la desaparición de las subastas de medicamentos que ha dispuesto el Gobierno andaluz.
Que el gasto farmacéutico ande desatado en Andalucía sólo parece preocupar a la Consejería de Hacienda, que avisó el pasado mes de diciembre en un informe a la Consejería de Salud del rumbo que está tomando el coste de la prestación pública. Los datos son elocuentes. La variación del dinero que le ha costado al Gobierno andaluz cada receta médica ha subido en mayo de 2022 un 8,5% comparado con el mismo periodo de 2021, según el registro más reciente del Ministerio de Hacienda. En ese mismo periodo, en cambio, el alza promedio de las comunidades autónomas ha sido del 7%. El gasto andaluz en productos farmacéuticos por recetas está mes tras mes a la cabeza del escalafón nacional desde 2019.
En 2015, cuando la subasta regía aún el modo en que la Administración andaluza compraba los fármacos, la Junta abonó por las recetas 1.587 millones. Fue la factura mínima. La máxima ha sido el gasto de 2021: 2.191 millones, es decir, 604 millones de euros más que han de restarse del resto de consejerías. En 2022, informa la Consejería de Salud, durante el período entre enero y julio, el gasto farmacéutico ha sido de 1.311,47 millones, un 6,7% más respecto al mismo periodo del año anterior. Siempre crece.
Hubo un tiempo en que el gasto al que los gobiernos debían hacer frente para mantener un sistema sanitario público, y viable, era el primer causante de los dolores de cabeza entre los dirigentes. Al comienzo, en la primera década del presente siglo, proliferaron las llamadas a la racionalización. "Los medicamentos no son caramelos", sugirió entonces una ocurrente campaña institucional. De la recomendación al hecho, sin embargo, hay un gran trecho. Llegaron entonces las regulaciones, las leyes, las normas de ahorro, las de la prescripción por el principio activo, por ejemplo. Con el hundimiento de la economía española tras la crisis de 2010 y la escalada sin control del déficit público, se acentuaron estas políticas de reducción del coste del sistema farmacéutico.
La Junta de Andalucía de entonces fue a más e ideó un sistema para reducir el gasto a la vez que ingresaba unos nada despreciables cientos de millones al año. Era 2012. El nuevo sistema de compra de fármacos a la industria para abastecer al ciudadano fue conocido como subasta, un modelo que, por más que ha sido elogiado por organismos como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, estuvo en el punto de mira del Gobierno andaluz del PP y Cs hasta que acabó expirando. Desde entonces anda disparado el gasto.
https://www.diariodesevilla.es/andalucia/gasto-farmaceutico-andalucia-disparado_0_1715529777.html
Genaro Chic- Mensajes : 729
Fecha de inscripción : 02/02/2010
Re: La Sanidad Privada y la pandemia de coronavirus
"No hay ninguna duda de que hubo mucha gente que murió y de forma indigna porque se les impidió el acceso a los hospitales, de hecho había un protocolo por escrito de la Consejería de Sanidad"
https://twitter.com/HablandoTVE/status/1574728443312439296?t=rQlZo7twhfPQW4nnYund5Q&s=08
https://twitter.com/HablandoTVE/status/1574728443312439296?t=rQlZo7twhfPQW4nnYund5Q&s=08
Genaro Chic- Mensajes : 729
Fecha de inscripción : 02/02/2010
La eficacia de las vacunas
EL VERANO MÁS MORTAL DESDE 1950: ESPAÑA REGISTRA 20.000 MUERTES MÁS DE LAS ESPERADAS ENTRE JUNIO Y AGOSTO
En números absolutos, es el verano con más muertes en nuestro país desde 1941, según datos del sistema de monitorización de la mortalidad diaria (MoMo) y de la Estadística de defunciones del Instituto Nacional de Estadística (INE) analizados por elDiario.es. Casi 120.000 personas han fallecido por todas las causas en los últimos tres meses. Esta cifra representa más de 20.000 muertes por encima de las que se esperaban para el periodo de junio a agosto.
Ni siquiera hace dos años, en los primeros meses de la pandemia de coronavirus, las cifras estivales de mortalidad llegaron hasta donde lo han hecho este año. La mortalidad ha aumentado un 13% respecto al verano pasado, y un 18% respecto a 2020, el primer verano pandémico. Además, hay que tener en cuenta que estas cifras podrían ser incluso mayores, ya que los datos de mortalidad de 2022 aún no están consolidados y pueden producirse retrasos en las notificaciones a Sanidad.
La correlación entre temperaturas extremas y mortalidad se repite en España verano tras verano. El cruce de los datos del MoMo y de la AEMET muestra cómo la mortalidad se dispara en las olas de calor cada vez más extremas.
Los efectos del calor extremo sobre la salud son innegables, pero los expertos consultados señalan a otros factores. Uno de ellos sería la debilidad del sistema sanitario tras la pandemia. En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, las listas de espera para una prueba diagnóstica o para consultas externas están en máximos, y siguen creciendo. Aunque la pandemia no ha acabado, el experto en registros de enfermedades y mortalidad Óscar Zurriaga comentaba: “Creo que la COVID-19 está interviniendo [en el exceso de muertes], pero no creo que sea la causa principal, me sorprendería”. En resumen, los especialistas consultados coincidían en valorar que la elevada mortalidad de este verano es “una especie de tormenta perfecta” de exceso de temperaturas, resquicios del coronavirus y peor asistencia sanitaria.
Los datos de EuroMoMo —un proyecto que monitoriza el exceso de mortalidad de países europeos— reflejan la excepcionalidad de España este verano. Nuestro país lleva desde junio la cabeza del indicador que mide la desviación del exceso de mortalidad.
https://www.eldiario.es/sociedad/verano-mortal-1950-espana-registra-20-000-muertes-esperadas-junio-agosto_1_9278237.html
Genaro Chic- Mensajes : 729
Fecha de inscripción : 02/02/2010
ALERTA SANITARIA PARA LAS PERSONAS MAYORES
ALERTA SANITARIA PARA LAS PERSONAS MAYORES
La necesidad de los Cuidados Intermedios en la sanidad
De todo este conjunto de problemas cabe concluir algunas reflexiones. Es evidente que los recursos sanitarios que van dirigidos a las dependencias, al envejecimiento y a las residencias de mayores es insuficiente. Pero es que, además, en gran medida, están gestionados en ámbitos privados. Las personas mayores, como consumidores en mayor proporción de los servicios sanitarios públicos, pueden ser para la sanidad privada una fuente de beneficios importante.
Sin embargo, también es público y notorio que los seguros privados no quieren, o ponen grandes dificultades, para que tomen pólizas de seguros privados las personas mayores de 65 años, y mucho más aquellas que estén incursas en procesos crónicos relevantes cardiovasculares, oncológicos, neumológicos, neurológicos, mentales, osteoarticulares etcétera.
Entonces, el campo de acción que la sanidad privada ha elegido, teniendo como foco esta población mayor, son los servicios sociosanitarios. El ejemplo más evidente es el relativo a la residencia de mayores que como se sabe casi un 80% son privadas o de gestión privada. Pero esto no es suficiente para la sanidad privada. Desean ampliar el campo de intervención en el ámbito sociosanitario y aquí aparece el concepto de Cuidados Intermedios…
La Sanidad Privada, a través de su “lobby” IDIS (Instituto para el Desarrollo y la Integración de la Sanidad) ha llegado a la conclusión de que una de las líneas de rentabilidad está en "desarrollar los cuidados sociosanitarios, clave para absorber la demanda de la cronicidad" en los pacientes de más de 65 años. Los mayores de 65 años son los que más recursos sanitarios consumen. Y, en el caso de las hospitalizaciones los que suponen un mayor coste, con lo que llaman “prolongación innecesaria del tiempo de hospitalización”. Esto dicen ellos en uno de sus informes:
"...La inexistencia de los recursos sociosanitarios requeridos por este perfil de usuario está causando, según destaca el informe, además de ineficiencias asistenciales derivadas del alargamiento de la estancia de estos usuarios en hospitales de agudos, un gasto estimado de 884,8 millones de euros, equivalentes a 4.300 camas de hospitalización. También se detectan carencias derivadas de altas tempranas seguidas del posterior ingreso en centros residenciales privados o de la marcha al domicilio; entornos que en muchas ocasiones tampoco disponen de los recursos necesarios para ofrecer una buena rehabilitación del paciente..."
Vemos, pues, una "alianza perfecta":
De un lado, el sistema sanitario público, gestionado con criterios gerenciales y economicistas por las UGC [Unidades de gestión clínica], dispuesto a desembarazarse de cientos de miles de pacientes, a los que llaman "hiperfrecuentadores", que son personas ancianas con enfermedades crónicas y episodios de ictus, infartos, demencias, fracturas de cadera, neoplasias... que suponen para estos gerentes "una carga económica insoportable" por el elevado coste de las largas hospitalizaciones que necesitan...
Y, por otro, el sistema privado, dispuesto a desarrollar ámbitos asistenciales de "mínimos cuidados", con escasa atención especializada e infraestructura diagnóstica, basando su oferta en la llamada "rehabilitación de bajo coste", y personal en precario, fundamentalmente auxiliar y de enfermería... Ello les permitirá buenos "conciertos" con el sistema público (ahí está la cifra mencionada de 884,8 millones de gastos de esta población asistida) y un "ahorro" de la sanidad pública, a expensas, claro está, de un descenso en la calidad real de los cuidados a estos pacientes mayores.
“La alternativa más sensata, con mejor coste y mayores beneficios para los pacientes pasa, sin duda, según informa la Sanidad Privada (IDIS) por los cuidados sociosanitarios intermedios”, ya sean ofrecidos en un centro específico, en centros residenciales debidamente acreditados o en el propio domicilio del paciente. Según las conclusiones del informe, para hacer frente a las necesidades de los pacientes con cuidados sociosanitarios intermedios se precisarían unas 19.624 plazas adicionales en centros o 161.162 plazas de atención hospitalaria a domicilio.
Estamos hablando, para comenzar, de unos 30 hospitales privados, con unas 300 camas, para esos cuidados intermedios… Y lo tenemos muy cerca…
Sebastián Martín Recio. Médico. Marea Blanca en Sevilla
http://vientodejustocambio.blogspot.com/2022/10/alerta-sanitaria-para-las-personas.html
La necesidad de los Cuidados Intermedios en la sanidad
De todo este conjunto de problemas cabe concluir algunas reflexiones. Es evidente que los recursos sanitarios que van dirigidos a las dependencias, al envejecimiento y a las residencias de mayores es insuficiente. Pero es que, además, en gran medida, están gestionados en ámbitos privados. Las personas mayores, como consumidores en mayor proporción de los servicios sanitarios públicos, pueden ser para la sanidad privada una fuente de beneficios importante.
Sin embargo, también es público y notorio que los seguros privados no quieren, o ponen grandes dificultades, para que tomen pólizas de seguros privados las personas mayores de 65 años, y mucho más aquellas que estén incursas en procesos crónicos relevantes cardiovasculares, oncológicos, neumológicos, neurológicos, mentales, osteoarticulares etcétera.
Entonces, el campo de acción que la sanidad privada ha elegido, teniendo como foco esta población mayor, son los servicios sociosanitarios. El ejemplo más evidente es el relativo a la residencia de mayores que como se sabe casi un 80% son privadas o de gestión privada. Pero esto no es suficiente para la sanidad privada. Desean ampliar el campo de intervención en el ámbito sociosanitario y aquí aparece el concepto de Cuidados Intermedios…
La Sanidad Privada, a través de su “lobby” IDIS (Instituto para el Desarrollo y la Integración de la Sanidad) ha llegado a la conclusión de que una de las líneas de rentabilidad está en "desarrollar los cuidados sociosanitarios, clave para absorber la demanda de la cronicidad" en los pacientes de más de 65 años. Los mayores de 65 años son los que más recursos sanitarios consumen. Y, en el caso de las hospitalizaciones los que suponen un mayor coste, con lo que llaman “prolongación innecesaria del tiempo de hospitalización”. Esto dicen ellos en uno de sus informes:
"...La inexistencia de los recursos sociosanitarios requeridos por este perfil de usuario está causando, según destaca el informe, además de ineficiencias asistenciales derivadas del alargamiento de la estancia de estos usuarios en hospitales de agudos, un gasto estimado de 884,8 millones de euros, equivalentes a 4.300 camas de hospitalización. También se detectan carencias derivadas de altas tempranas seguidas del posterior ingreso en centros residenciales privados o de la marcha al domicilio; entornos que en muchas ocasiones tampoco disponen de los recursos necesarios para ofrecer una buena rehabilitación del paciente..."
Vemos, pues, una "alianza perfecta":
De un lado, el sistema sanitario público, gestionado con criterios gerenciales y economicistas por las UGC [Unidades de gestión clínica], dispuesto a desembarazarse de cientos de miles de pacientes, a los que llaman "hiperfrecuentadores", que son personas ancianas con enfermedades crónicas y episodios de ictus, infartos, demencias, fracturas de cadera, neoplasias... que suponen para estos gerentes "una carga económica insoportable" por el elevado coste de las largas hospitalizaciones que necesitan...
Y, por otro, el sistema privado, dispuesto a desarrollar ámbitos asistenciales de "mínimos cuidados", con escasa atención especializada e infraestructura diagnóstica, basando su oferta en la llamada "rehabilitación de bajo coste", y personal en precario, fundamentalmente auxiliar y de enfermería... Ello les permitirá buenos "conciertos" con el sistema público (ahí está la cifra mencionada de 884,8 millones de gastos de esta población asistida) y un "ahorro" de la sanidad pública, a expensas, claro está, de un descenso en la calidad real de los cuidados a estos pacientes mayores.
“La alternativa más sensata, con mejor coste y mayores beneficios para los pacientes pasa, sin duda, según informa la Sanidad Privada (IDIS) por los cuidados sociosanitarios intermedios”, ya sean ofrecidos en un centro específico, en centros residenciales debidamente acreditados o en el propio domicilio del paciente. Según las conclusiones del informe, para hacer frente a las necesidades de los pacientes con cuidados sociosanitarios intermedios se precisarían unas 19.624 plazas adicionales en centros o 161.162 plazas de atención hospitalaria a domicilio.
Estamos hablando, para comenzar, de unos 30 hospitales privados, con unas 300 camas, para esos cuidados intermedios… Y lo tenemos muy cerca…
Sebastián Martín Recio. Médico. Marea Blanca en Sevilla
http://vientodejustocambio.blogspot.com/2022/10/alerta-sanitaria-para-las-personas.html
Genaro Chic- Mensajes : 729
Fecha de inscripción : 02/02/2010
Re: La Sanidad Privada y la pandemia de coronavirus
Escucho hoy (9.11.2022) en el programa "Mesa de análisis", dirigido por Teodoro León en Canal Sur tv, al tertuliano Juan Manuel Marqués decir que la causa de que la Sanidad esté mal, por causa de la escasez de médicos, está en la actitud de las Facultades de Medicina por exigir un alto nivel a sus estudiantes. No se ha parado a pensar que eso es lo que hace que en general los médicos españoles estén bien considerados en el extranjero y procuren atraerlos con mejores sueldos que los que se pagan aquí. No creo que bajar el nivel de exigencia en la formación pueda mejorar la calidad de nuestra Sanidad por el hecho de que haya más médicos sin más. Tal vez estas igualitarias mentes progresistas deberían pensar que abrir la Universidad a estudiantes con una formación bastante deteriorada en bachillerato no es algo que hayan provocado las Facultades de Medicina, sino más bien las políticas educativas suicidas que se han ido acentuando desde los años finales del pasado siglo. Creo que es a la casta política a la que hay que pedir responsabilidades por sus demagógicas medidas para hacer más accesibles los títulos (cantidad) que aumentar su valor (calidad).
Genaro Chic- Mensajes : 729
Fecha de inscripción : 02/02/2010
Divorcio en la sanidad privada: los hospitales se hartan de las bajas primas de los seguros
DIVORCIO EN LA SANIDAD PRIVADA: LOS HOSPITALES SE HARTAN DE LAS BAJAS PRIMAS DE LOS SEGUROS
Los médicos de la privada llevan 30 años sin que se actualicen sus baremos por intervenciones sanitarias, mientras que los seguros siguen aumentando su facturación y cartera de clientes año tras año. Los hospitales privados apoyan a los médicos en este pulso porque se están quedando sin profesionales
Madrid no es el único punto candente de la sanidad en nuestro país. A lo largo y ancho del territorio nacional se libra otra batalla en la palestra sanitaria entre David y Goliat. Los médicos que ejercen su actividad en la sanidad privada se han cansado de lo poco que cobran por sus intervenciones (entre 7 y 15 euros por una consulta ambulatoria) mientras que las grandes aseguradoras del sector (SegurCaixa Adeslas, Asisa, DKV, etc.) no dejan de ganar dinero y clientes. Los médicos cuentan como aliados a los propios hospitales privados, a los que no les beneficia nada esta situación.
Los médicos de la sanidad privada llevan 30 años con los baremos congelados. Es decir, tres décadas cobrando lo mismo por sus consultas pese a los cambios en el IPC o los cuantiosos beneficios del sector asegurador. La Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa) así lo muestra en sus propios informes. Este año, el porcentaje de españoles con seguro de salud privado asciende al 24%, un 3% más que hace un año. En la primera mitad de 2022, los seguros de salud privados han supuesto unos ingresos de 5.287 millones de euros para las aseguradoras, un 7,26% más que en el mismo período del pasado año.
Esta buena salud económica de la que gozan las compañías de este sector no se ha visto trasladada a los emolumentos de los profesionales médicos, como lleva tiempo denunciando la Unión Profesional de Médicos de Ejercicio Libre (Unipromel). "La sanidad pública está mal pagada, pero es que la privada está peor pagada", comentaba en este periódico hace poco el doctor Javier Asensio. Esta situación molesta, y mucho, a los hospitales privados, que se encuentran con cada vez más dificultades para encontrar a profesionales dispuestos a trabajar en el sector. Prefieren irse a la pública o a otro país donde la actividad esté mejor remunerada.
La patronal de la sanidad privada (ASPE) ha tratado en diversas ocasiones de contactar con Unespa para alcanzar algún tipo de acuerdo, aunque fuera mediante un pacto sobre buenas prácticas. Desde Unespa, en cambio, han cerrado la puerta a la conversación argumentando que carecen "de competencias" para llegar a acuerdos. Los precios que cobra cada médico se negocian individualmente al tratarse de una relación mercantil, lo que deja al sanitario en una condición de inferioridad sublime frente a la aseguradora.
Pólizas low cost
El presidente de ASPE, Carlos Rus, lamenta en declaraciones a Vozpópuli que "las aseguradoras no pueden proponer una subida del 2%, como han hecho, tal y como está la inflación. Además, si analizas las cuentas del sector asegurador, es evidente que les están yendo muy bien las cosas".
Rus explica que en los contratos con los médicos una parte va para la aseguradora, otra para el hospital que pone las instalaciones y el porcentaje restante para el profesional. "Estamos viendo pólizas low cost en las que por 30 euros se te garantiza atención sanitaria ilimitada para toda la familia. Esto es económicamente insostenible. Lo que está ocurriendo es que profesionales se están cansando del sector y optando por irse, como es lógico, lo que ahonda en la escasez de personal".
El presidente de ASPE cree que las compañías de seguros cometen un error cuando equiparan el sector salud con el del automóvil: "No podemos tratar el sector salud como uno de reparación de coches. En las negociaciones de los baremos están en superioridad de condiciones, porque el 65% de la facturación de los grupos hospitalarios viene de los seguros. La negociación es uno a uno y nosotros, como patronal, no podemos intermediar. Además, hay poca receptividad por parte del sector asegurador".
La escasez de profesionales es un problema que afecta tanto a la sanidad pública, como a la privada. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, reconocía públicamente que no era posible reforzar las plantillas de Atención Primaria porque no había profesionales suficientes en el mercado laboral. "Médico que esté en paro, médico que contrato esta tarde en la Comunidad de Madrid", manifestaba recientemente.
Desde el sector privado han solicitado una serie de medidas a nivel nacional para evitar quedarse sin médicos, como que se incluyan hospitales privados en el circuito MIR o que no se prohíba la compatibilidad laboral entre el sector público y privado de los médicos (como ocurre en varios territorios).
Toque de corneta para las listas de espera
Las elecciones autonómicas y municipales están a la vuelta de la esquina, y las listas de espera récord en sanidad son un equipaje demasiado pesado. Por ello, la mayoría de las comunidades autónomas han anunciado planes de choque para reducir estas listas que pasan por firmar convenios de colaboración con la sanidad privada. Históricas CCAA contra la colaboración público-privada han dado marcha atrás en su discurso habitual, como es el caso de Baleares y Comunidad Valenciana.
Mientras las comunidades avanzan en este sentido, el Gobierno central lo hace justo en dirección contraria. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, sigue empeñada en sacar adelante su 'Ley de Equidad, Universalidad y Cohesión del SNS', una norma que pondrá freno a las colaboraciones público-privadas en sanidad, y que es una promesa adquirida por el PSOE en su pacto de gobierno con Podemos.
Borja Negrete
https://www.vozpopuli.com/espana/divorcio-sanidad-privada-hospitales-aseguradoras-bajas-primas-medicos.html
Los médicos de la privada llevan 30 años sin que se actualicen sus baremos por intervenciones sanitarias, mientras que los seguros siguen aumentando su facturación y cartera de clientes año tras año. Los hospitales privados apoyan a los médicos en este pulso porque se están quedando sin profesionales
Madrid no es el único punto candente de la sanidad en nuestro país. A lo largo y ancho del territorio nacional se libra otra batalla en la palestra sanitaria entre David y Goliat. Los médicos que ejercen su actividad en la sanidad privada se han cansado de lo poco que cobran por sus intervenciones (entre 7 y 15 euros por una consulta ambulatoria) mientras que las grandes aseguradoras del sector (SegurCaixa Adeslas, Asisa, DKV, etc.) no dejan de ganar dinero y clientes. Los médicos cuentan como aliados a los propios hospitales privados, a los que no les beneficia nada esta situación.
Los médicos de la sanidad privada llevan 30 años con los baremos congelados. Es decir, tres décadas cobrando lo mismo por sus consultas pese a los cambios en el IPC o los cuantiosos beneficios del sector asegurador. La Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa) así lo muestra en sus propios informes. Este año, el porcentaje de españoles con seguro de salud privado asciende al 24%, un 3% más que hace un año. En la primera mitad de 2022, los seguros de salud privados han supuesto unos ingresos de 5.287 millones de euros para las aseguradoras, un 7,26% más que en el mismo período del pasado año.
Esta buena salud económica de la que gozan las compañías de este sector no se ha visto trasladada a los emolumentos de los profesionales médicos, como lleva tiempo denunciando la Unión Profesional de Médicos de Ejercicio Libre (Unipromel). "La sanidad pública está mal pagada, pero es que la privada está peor pagada", comentaba en este periódico hace poco el doctor Javier Asensio. Esta situación molesta, y mucho, a los hospitales privados, que se encuentran con cada vez más dificultades para encontrar a profesionales dispuestos a trabajar en el sector. Prefieren irse a la pública o a otro país donde la actividad esté mejor remunerada.
La patronal de la sanidad privada (ASPE) ha tratado en diversas ocasiones de contactar con Unespa para alcanzar algún tipo de acuerdo, aunque fuera mediante un pacto sobre buenas prácticas. Desde Unespa, en cambio, han cerrado la puerta a la conversación argumentando que carecen "de competencias" para llegar a acuerdos. Los precios que cobra cada médico se negocian individualmente al tratarse de una relación mercantil, lo que deja al sanitario en una condición de inferioridad sublime frente a la aseguradora.
Pólizas low cost
El presidente de ASPE, Carlos Rus, lamenta en declaraciones a Vozpópuli que "las aseguradoras no pueden proponer una subida del 2%, como han hecho, tal y como está la inflación. Además, si analizas las cuentas del sector asegurador, es evidente que les están yendo muy bien las cosas".
Rus explica que en los contratos con los médicos una parte va para la aseguradora, otra para el hospital que pone las instalaciones y el porcentaje restante para el profesional. "Estamos viendo pólizas low cost en las que por 30 euros se te garantiza atención sanitaria ilimitada para toda la familia. Esto es económicamente insostenible. Lo que está ocurriendo es que profesionales se están cansando del sector y optando por irse, como es lógico, lo que ahonda en la escasez de personal".
El presidente de ASPE cree que las compañías de seguros cometen un error cuando equiparan el sector salud con el del automóvil: "No podemos tratar el sector salud como uno de reparación de coches. En las negociaciones de los baremos están en superioridad de condiciones, porque el 65% de la facturación de los grupos hospitalarios viene de los seguros. La negociación es uno a uno y nosotros, como patronal, no podemos intermediar. Además, hay poca receptividad por parte del sector asegurador".
La escasez de profesionales es un problema que afecta tanto a la sanidad pública, como a la privada. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, reconocía públicamente que no era posible reforzar las plantillas de Atención Primaria porque no había profesionales suficientes en el mercado laboral. "Médico que esté en paro, médico que contrato esta tarde en la Comunidad de Madrid", manifestaba recientemente.
Desde el sector privado han solicitado una serie de medidas a nivel nacional para evitar quedarse sin médicos, como que se incluyan hospitales privados en el circuito MIR o que no se prohíba la compatibilidad laboral entre el sector público y privado de los médicos (como ocurre en varios territorios).
Toque de corneta para las listas de espera
Las elecciones autonómicas y municipales están a la vuelta de la esquina, y las listas de espera récord en sanidad son un equipaje demasiado pesado. Por ello, la mayoría de las comunidades autónomas han anunciado planes de choque para reducir estas listas que pasan por firmar convenios de colaboración con la sanidad privada. Históricas CCAA contra la colaboración público-privada han dado marcha atrás en su discurso habitual, como es el caso de Baleares y Comunidad Valenciana.
Mientras las comunidades avanzan en este sentido, el Gobierno central lo hace justo en dirección contraria. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, sigue empeñada en sacar adelante su 'Ley de Equidad, Universalidad y Cohesión del SNS', una norma que pondrá freno a las colaboraciones público-privadas en sanidad, y que es una promesa adquirida por el PSOE en su pacto de gobierno con Podemos.
Borja Negrete
https://www.vozpopuli.com/espana/divorcio-sanidad-privada-hospitales-aseguradoras-bajas-primas-medicos.html
Genaro Chic- Mensajes : 729
Fecha de inscripción : 02/02/2010
Re: La Sanidad Privada y la pandemia de coronavirus
Un nuevo artículo que incide sobre el tema
NO SOLO EN MADRID: ESPAÑA PIERDE MÁS DE 800 MÉDICOS DE FAMILIA AL AÑO
Esta falta de doctores en Atención Primaria, denunciada por Ayuso, se produce por "el gran número de médicos que se están jubilando" y porque "los que terminan el MIR no son suficientes para reponer tanta jubilación"
Según se desprende de un estudio del Sindicato Médico Andaluz, titulado "Jubilación de médicos de Familia y MIR en SNS y CCAA", España pierde anualmente de media 812 médicos de Familia, la especialidad más afectada por la falta de profesionales. El motivo, como explican tanto el estudio como el coordinador del sindicato, Vicente Matas, es "el gran número de médicos que se están jubilando" y que "los que terminan el MIR no son suficientes para reponer tanta jubilación".
En este estudio se desgrana la sangrante situación de los médicos de Familia, que, como asegura Ayuso, afecta a toda España. En total, en el año 2021 nuestro sistema sanitario contaba con 15.932 médicos de esta especialidad con más de 60 años, que en un plazo máximo de seis años se van a jubilar. Pero para sustituirles, solo van a contar con 11.032 jóvenes profesionales en el mismo periodo (dato estimado en función de las plazas MIR y teniendo en cuenta que aproximadamente el 10% no termina la formación). Es decir, casi 5.000 menos: los estudiantes que terminan el MIR no cubren todas las vacantes producidas por las jubilaciones.
"Aunque en este informe nos centremos en el pasado más cercano y en el futuro inminente, el problema viene de lejos y la pérdida de médicos lleva esta tendencia (con esta media aproximada) desde el año 2007", destaca Matas.
"En los años 80, había un exceso de graduados en Medicina. De hecho, muchos estábamos en paro". Para solucionar este problema, se establecieron numerus cluasus (limitar el número de plazas para entrar en la facultad). Al principio de los 2000, cuando ya se había solventado el exceso de graduados de Medicina, se volvieron a abrir plazas. "Pero no incrementaron en igual medida el número de plazas MIR". Es decir, nos encontramos desde hace años con muchos graduados que no llegaban a obtener plaza, dejando un vacío sangrante en los médicos de la Atención Primaria.
El problema se agrava porque en el año 2010 se produjo un recorte muy importante de plazas MIR. "De no haberse realizado [a partir de la crisis económica de 2008] el drástico recorte de plazas MIR entre los años 2010 a 2019 se podrían haber formado 4.813 nuevos especialistas, que ahora los echamos en falta y, además no existiría la bolsa de dos o tres mil médicos de nuestras facultades que no han podido acceder a una plaza MIR, en esos nueve años", se lee en el citado informe.
Además, la situación de los sanitarios de Atención Primaria cada vez es más complicada: "Las cargas de trabajo, la saturación de las consultas, el incremento de las demoras, las acumulaciones por falta de sustitutos, las jubilaciones que dejan vacantes sin cubrir sobre todo en zonas de difícil cobertura… están haciendo cada vez menos atractiva la Atención Primaria para los nuevos egresados de las facultades de medicina", añaden en el informe.
Vicente Matas alerta de otro problema: dentro de unos años el problema será exactamente al revés. Los que se jubilen serán pocos (por la aplicación del numerus clausus) y los que se quieran incorporar serán muchos (por la reapertura de plazas). "Para el año 2036 y siguientes el número de jubilaciones será muy inferior en la inmensa mayoría de las especialidades. Puede aparecer de nuevo un paro médico importante", alertan desde el Sindicato. "La ampliación de las plazas MIR llega tarde. Ahora no soluciona el problema de falta de médicos y en el futuro van a ser demasiados", alerta Matas.
¿La solución? "Compleja. Se tendría que haber actuado antes". Pero para solventarlo un poco, "es necesario un estatuto propio que garantice un reconocimiento y un tratamiento adecuado a una profesión tan compleja e imprescindible para el SNS. [...] También estabilidad con contratos de larga duración y concursos de oposición resueltos en meses y no en años para fidelizar a los magníficos médicos especialistas que formamos y que en los próximos ocho o diez años los necesitamos en algunas especialidades por el importante número de jubilaciones".
https://www.vozpopuli.com/espana/pierde-mas-800-medicos-familia-ano.html
NO SOLO EN MADRID: ESPAÑA PIERDE MÁS DE 800 MÉDICOS DE FAMILIA AL AÑO
Esta falta de doctores en Atención Primaria, denunciada por Ayuso, se produce por "el gran número de médicos que se están jubilando" y porque "los que terminan el MIR no son suficientes para reponer tanta jubilación"
Según se desprende de un estudio del Sindicato Médico Andaluz, titulado "Jubilación de médicos de Familia y MIR en SNS y CCAA", España pierde anualmente de media 812 médicos de Familia, la especialidad más afectada por la falta de profesionales. El motivo, como explican tanto el estudio como el coordinador del sindicato, Vicente Matas, es "el gran número de médicos que se están jubilando" y que "los que terminan el MIR no son suficientes para reponer tanta jubilación".
En este estudio se desgrana la sangrante situación de los médicos de Familia, que, como asegura Ayuso, afecta a toda España. En total, en el año 2021 nuestro sistema sanitario contaba con 15.932 médicos de esta especialidad con más de 60 años, que en un plazo máximo de seis años se van a jubilar. Pero para sustituirles, solo van a contar con 11.032 jóvenes profesionales en el mismo periodo (dato estimado en función de las plazas MIR y teniendo en cuenta que aproximadamente el 10% no termina la formación). Es decir, casi 5.000 menos: los estudiantes que terminan el MIR no cubren todas las vacantes producidas por las jubilaciones.
"Aunque en este informe nos centremos en el pasado más cercano y en el futuro inminente, el problema viene de lejos y la pérdida de médicos lleva esta tendencia (con esta media aproximada) desde el año 2007", destaca Matas.
"En los años 80, había un exceso de graduados en Medicina. De hecho, muchos estábamos en paro". Para solucionar este problema, se establecieron numerus cluasus (limitar el número de plazas para entrar en la facultad). Al principio de los 2000, cuando ya se había solventado el exceso de graduados de Medicina, se volvieron a abrir plazas. "Pero no incrementaron en igual medida el número de plazas MIR". Es decir, nos encontramos desde hace años con muchos graduados que no llegaban a obtener plaza, dejando un vacío sangrante en los médicos de la Atención Primaria.
El problema se agrava porque en el año 2010 se produjo un recorte muy importante de plazas MIR. "De no haberse realizado [a partir de la crisis económica de 2008] el drástico recorte de plazas MIR entre los años 2010 a 2019 se podrían haber formado 4.813 nuevos especialistas, que ahora los echamos en falta y, además no existiría la bolsa de dos o tres mil médicos de nuestras facultades que no han podido acceder a una plaza MIR, en esos nueve años", se lee en el citado informe.
Además, la situación de los sanitarios de Atención Primaria cada vez es más complicada: "Las cargas de trabajo, la saturación de las consultas, el incremento de las demoras, las acumulaciones por falta de sustitutos, las jubilaciones que dejan vacantes sin cubrir sobre todo en zonas de difícil cobertura… están haciendo cada vez menos atractiva la Atención Primaria para los nuevos egresados de las facultades de medicina", añaden en el informe.
Vicente Matas alerta de otro problema: dentro de unos años el problema será exactamente al revés. Los que se jubilen serán pocos (por la aplicación del numerus clausus) y los que se quieran incorporar serán muchos (por la reapertura de plazas). "Para el año 2036 y siguientes el número de jubilaciones será muy inferior en la inmensa mayoría de las especialidades. Puede aparecer de nuevo un paro médico importante", alertan desde el Sindicato. "La ampliación de las plazas MIR llega tarde. Ahora no soluciona el problema de falta de médicos y en el futuro van a ser demasiados", alerta Matas.
¿La solución? "Compleja. Se tendría que haber actuado antes". Pero para solventarlo un poco, "es necesario un estatuto propio que garantice un reconocimiento y un tratamiento adecuado a una profesión tan compleja e imprescindible para el SNS. [...] También estabilidad con contratos de larga duración y concursos de oposición resueltos en meses y no en años para fidelizar a los magníficos médicos especialistas que formamos y que en los próximos ocho o diez años los necesitamos en algunas especialidades por el importante número de jubilaciones".
https://www.vozpopuli.com/espana/pierde-mas-800-medicos-familia-ano.html
Genaro Chic- Mensajes : 729
Fecha de inscripción : 02/02/2010
MÉDICOS Y ENFERMEROS: ¡ADIÓS MI ESPAÑA QUERIDA!
Franco murió en la Seguridad Social, que tenía los mejores hospitales
MÉDICOS Y ENFERMEROS: ¡ADIÓS MI ESPAÑA QUERIDA!
Un articulo (en extracto) de Jesús Cacho:
https://www.vozpopuli.com/opinion/medicos-y-enfermeros-adios-mi-espana-querida.html
Los SAR (40 centros) son los servicios de urgencia extrahospitalaria que atienden a partir de las 9 de la noche cuando cierran los centros de salud, dando cobertura a la población rural. Su equivalente en Madrid y grandes pueblos del conurbano madrileño son los SUAP. Dotados con una media de entre 4 y 6 médicos, los SAR no han cerrado ni en Filomena ni en la pandemia, y su eficacia está más que probada atendiendo desde asuntos menores hasta urgencias graves. Sí cerraron con la pandemia los 37 SUAP y cerrados han seguido desde entonces, en medio de un malestar que ha ido subiendo de grado entre la ciudadanía y los profesionales afectados, que en este tiempo se han ido buscando la vida como han podido.
Hasta que la Consejería de Sanidad madrileña decidió en junio lanzar un plan de reapertura de estos centros sin contar con su personal, de modo que la Comunidad volvía a tener abiertos 77 centros de urgencia extrahospitalaria pero atendidos únicamente por el personal de los SAR, que ven así reducido drásticamente su equipo médico y de enfermería. La medida se implantó entre el 26/27 de octubre e implicó cambios bruscos de destino de los sanitarios, gente que recibió las órdenes de sus nuevos lugares de trabajo por burofax e incluso de madrugada. El cabreo fue grande en un sector muy consciente de su posición, muy afirmado en la importancia de su labor y que, en consecuencia, reclama de la "jefatura" el respeto debido.
"El nuevo escenario me coloca en una situación imposible porque, dada mi situación familiar, yo no puedo trabajar por la tarde. En realidad aceptas trabajar fines de semana y festivos en un SAR porque te gustan las urgencias y porque tienes más o menos cubiertas las espaldas en tu casa, pero los cambios de destino y de jornada que te impone el nuevo diseño te rompe cualquier posibilidad de conciliación, de modo que escribo correos y más correos a la Consejería planteando mi problema sin recibir jamás respuesta, hasta que un día, harta de no recibir noticias, decido renunciar y que sea lo que Dios quiera porque no puedo más. Y entonces sí, entonces me contestan casi a vuelta de correo para comunicarme que me penalizaban en la bolsa colocándome en el último puesto del escalafón. Aquel día sentí que me estaban invitando a irme".
"Yo venía recibiendo ofertas de trabajo fuera de España desde hace tiempo, ofertas jugosas desde el punto de vista salarial y de condiciones de trabajo, de Alemania, de Francia, de Irlanda… Todas triplicaban mi sueldo, pero nunca me había planteado aceptarlas porque mi vida y la de mi familia está muy encarrilada en España, amamos a este país y queremos vivir aquí nuestra vida, pero ahora todo se ha ido al traste. No soy la única. Cerca de 30 médicos han renunciado en las últimas semanas en Madrid, una señal de alerta o de alarma que debería hacer reflexionar a quien corresponda".
"De modo que volví a tomar contacto con la reclutadora que me había contactado hace tiempo y enseguida me presentó varias ofertas. La más interesante, de Irlanda, para trabajar en un centro fuera de Dublín, con una dotación de 9 médicos, en jornadas de lunes a viernes 4 horas mañana y otras 4 tarde, con 15 minutos de atención por paciente (cosa extraordinaria para un médico de familia español que a veces está obligado de recibir a 50/60 pacientes al día), con alojamiento a cargo del hospital y con posibilidad absoluta de conciliación familiar. Y 100.000 euros brutos.
Y me voy, claro, me voy porque de un día para otro me han roto el rumbo de vida que tenía trazado, han hecho añicos mis planes… Mis hijos tienen que terminar el curso escolar, tiempo que utilizaré para completar el papeleo, bastante prolijo, y que empezará esta misma semana con un ejercicio de evaluación telemática de mi nivel de inglés".
"Yo no quiero ganar los 100.000 euros que me ofrece Irlanda ni mucho menos. Yo aspiraba a seguir trabajando en España atendiendo bien a mis pacientes y conciliando mi vida familiar. Eso era todo. Cuando ese horizonte se quiebra, tienes que buscarte una salida. Por fortuna, mi marido puede trabajar con su ordenador desde cualquier sitio, de modo que por ahí no tengo problema. Supongo que empezaré haciendo suplencias para ir conociendo el sistema y a finales de curso nos iremos todos".
El problema lo tiene España, la sanidad española, porque si a un joven titulado no le ofreces un entorno laboral adecuado y un contrato mínimamente atractivo se va a ir a trabajar fuera, que para los jóvenes no existen ya las fronteras y menos aún en la UE. Pero el descalabro a nivel nacional es importante, porque el país está dedicando, durante una media de 10 años, cuantiosos recursos en la educación y especialización de médicos y enfermeros que luego se van a trabajar al extranjero dejando en situación precaria tu sistema nacional de salud. Es un problema de primera magnitud que requería soluciones al máximo nivel y con el mayor consenso posible. Salarios atractivos, sí, pero también trato adecuado, respeto al trabajo y a la opinión de los profesionales sanitarios. Que parece haber sido lo que ha fallado en la reciente crisis de la sanidad madrileña.
Con todo, este no es un problema madrileño, por mucho que las baterías del sanchismo hayan tratado de focalizarlo en Madrid. El de la sanidad es un problema nacional y de unas proporciones gigantescas, equiparable incluso al de las pensiones. De acuerdo con datos ofrecidos por el Sistema de Cuentas de Salud (SCS), el gasto total del sistema sanitario español, entendido como la suma de los recursos asistenciales públicos y privados, ascendió en 2019 a 115.458 millones de euros (81.590 financiados por el sector público y 33.868 por el sector privado). Durante el quinquenio 2015-2019, el gasto sanitario total se incrementó un 15,8% (15.748 millones en términos absolutos). El gasto sanitario público creció un 14,7% (10.466 millones), mientras que el privado lo hizo en un 18,5% (5.283 millones). En 2019, el gasto sanitario total representaba un 9,3% del PIB, financiado en un 6,6% con recursos públicos y en un 2,7% con privados. En relación a la población, ese gasto sanitario ha pasado de 2.148 euros por habitante en 2015 a 2.451 euros por habitante en 2019, con un incremento anual medio del 3,3% en el quinquenio.
Estamos pues ante un sector que consume una cantidad ingente de recursos, pobremente financiado a tenor de las opiniones más solventes, y cuya situación se va a ir agravando a causa del envejecimiento de la población y de la necesidad de dedicarle crecientes partidas presupuestarias para, entre otras cosas, mejorar la retribución del personal sanitario evitando fugas como la de la protagonista de esta historia, y afrontar la renovación de equipos de alta tecnología médica y de carísimas especialidades farmacéuticas, todo ello con la vista puesta en seguir dando un buen servicio o incluso mejorarlo, lejos de situaciones como la que atraviesa el National Health Service (NHS) británico, con gente que muere porque no hay un médico que la atienda ni una ambulancia que la traslade a un hospital.
Una bola de nieve cuyo tamaño no deja de crecer, porque no hay Gobierno en cuyos Presupuestos no figure un aumento del gasto sanitario del 6% anual o más, y que, por encima de todo, reclama una capacidad de gestión que brilla por su ausencia en nuestro sistema nacional de salud. Calidad de gestión para organizar los servicios y prestar la debida atención al ciudadano con el mismo o incluso menos dinero gracias a una cosa que se llama eficiencia en el gasto, un concepto con el que está reñida una izquierda tautológicamente convencida de que cualquier problema se arregla echándole encima paladas de dinero, dinero a espuertas como si no hubiera un mañana y como si creciera espontáneamente de un árbol tal que las cerezas.
Un problema cuya solución deberá centrar la atención de Gobierno y oposición dispuestos a alcanzar un pacto que aborde el actual caos desde esa perspectiva de la calidad de la gestión. Seguir el ejemplo de esa Irlanda a la que emigran nuestros médicos. La isla, que en el XIX soportó una hambruna que causó más de un millón de muertos y obligo a otro millón a emigrar a USA, es hoy una economía abierta, con una fiscalidad atractiva para las empresas, un mercado laboral flexible y una mano de obra altamente cualificada, lo que se ha traducido en pleno empleo y en una renta per cápita que en 2021 rozaba los 85.000 euros, casi tres veces (30.115) la española.
¿Milagro? No, consecuencia de la aplicación durante mucho tiempo de buenas políticas públicas. España es el ejemplo perfecto de las malas políticas. Fijémonos en un tema tan crítico como el Covid. España fue el país de la UE que más PIB perdió y en el que se registraron más muertes de todo el continente. Pero, como las desgracias nunca vienen solas, es también el que cuenta con el mayor paro juvenil, las tasas de fracaso escolar más elevadas y la deuda pública, que acaba de rebasar el billón y medio de euros, más abultada (tras Italia) de Europa. Abogar, como recientemente hacía el profesor Fernández-Villaverde, por "una gran estrategia de futuro fundamentada en un gran consenso social y político" para abordar los temas de fondo (crecimiento, sanidad, pensiones, etc.) debería ser un imperativo moral más que una necesidad para cualquier demócrata español. Por desgracia, es imposible imaginar a día de hoy una tal estrategia con un Gobierno empeñado en remar en contra de los intereses de la nación. Toca resistir. O emigrar a Irlanda.
Jesús Cacho
MÉDICOS Y ENFERMEROS: ¡ADIÓS MI ESPAÑA QUERIDA!
Un articulo (en extracto) de Jesús Cacho:
https://www.vozpopuli.com/opinion/medicos-y-enfermeros-adios-mi-espana-querida.html
Los SAR (40 centros) son los servicios de urgencia extrahospitalaria que atienden a partir de las 9 de la noche cuando cierran los centros de salud, dando cobertura a la población rural. Su equivalente en Madrid y grandes pueblos del conurbano madrileño son los SUAP. Dotados con una media de entre 4 y 6 médicos, los SAR no han cerrado ni en Filomena ni en la pandemia, y su eficacia está más que probada atendiendo desde asuntos menores hasta urgencias graves. Sí cerraron con la pandemia los 37 SUAP y cerrados han seguido desde entonces, en medio de un malestar que ha ido subiendo de grado entre la ciudadanía y los profesionales afectados, que en este tiempo se han ido buscando la vida como han podido.
Hasta que la Consejería de Sanidad madrileña decidió en junio lanzar un plan de reapertura de estos centros sin contar con su personal, de modo que la Comunidad volvía a tener abiertos 77 centros de urgencia extrahospitalaria pero atendidos únicamente por el personal de los SAR, que ven así reducido drásticamente su equipo médico y de enfermería. La medida se implantó entre el 26/27 de octubre e implicó cambios bruscos de destino de los sanitarios, gente que recibió las órdenes de sus nuevos lugares de trabajo por burofax e incluso de madrugada. El cabreo fue grande en un sector muy consciente de su posición, muy afirmado en la importancia de su labor y que, en consecuencia, reclama de la "jefatura" el respeto debido.
"El nuevo escenario me coloca en una situación imposible porque, dada mi situación familiar, yo no puedo trabajar por la tarde. En realidad aceptas trabajar fines de semana y festivos en un SAR porque te gustan las urgencias y porque tienes más o menos cubiertas las espaldas en tu casa, pero los cambios de destino y de jornada que te impone el nuevo diseño te rompe cualquier posibilidad de conciliación, de modo que escribo correos y más correos a la Consejería planteando mi problema sin recibir jamás respuesta, hasta que un día, harta de no recibir noticias, decido renunciar y que sea lo que Dios quiera porque no puedo más. Y entonces sí, entonces me contestan casi a vuelta de correo para comunicarme que me penalizaban en la bolsa colocándome en el último puesto del escalafón. Aquel día sentí que me estaban invitando a irme".
"Yo venía recibiendo ofertas de trabajo fuera de España desde hace tiempo, ofertas jugosas desde el punto de vista salarial y de condiciones de trabajo, de Alemania, de Francia, de Irlanda… Todas triplicaban mi sueldo, pero nunca me había planteado aceptarlas porque mi vida y la de mi familia está muy encarrilada en España, amamos a este país y queremos vivir aquí nuestra vida, pero ahora todo se ha ido al traste. No soy la única. Cerca de 30 médicos han renunciado en las últimas semanas en Madrid, una señal de alerta o de alarma que debería hacer reflexionar a quien corresponda".
"De modo que volví a tomar contacto con la reclutadora que me había contactado hace tiempo y enseguida me presentó varias ofertas. La más interesante, de Irlanda, para trabajar en un centro fuera de Dublín, con una dotación de 9 médicos, en jornadas de lunes a viernes 4 horas mañana y otras 4 tarde, con 15 minutos de atención por paciente (cosa extraordinaria para un médico de familia español que a veces está obligado de recibir a 50/60 pacientes al día), con alojamiento a cargo del hospital y con posibilidad absoluta de conciliación familiar. Y 100.000 euros brutos.
Y me voy, claro, me voy porque de un día para otro me han roto el rumbo de vida que tenía trazado, han hecho añicos mis planes… Mis hijos tienen que terminar el curso escolar, tiempo que utilizaré para completar el papeleo, bastante prolijo, y que empezará esta misma semana con un ejercicio de evaluación telemática de mi nivel de inglés".
"Yo no quiero ganar los 100.000 euros que me ofrece Irlanda ni mucho menos. Yo aspiraba a seguir trabajando en España atendiendo bien a mis pacientes y conciliando mi vida familiar. Eso era todo. Cuando ese horizonte se quiebra, tienes que buscarte una salida. Por fortuna, mi marido puede trabajar con su ordenador desde cualquier sitio, de modo que por ahí no tengo problema. Supongo que empezaré haciendo suplencias para ir conociendo el sistema y a finales de curso nos iremos todos".
El problema lo tiene España, la sanidad española, porque si a un joven titulado no le ofreces un entorno laboral adecuado y un contrato mínimamente atractivo se va a ir a trabajar fuera, que para los jóvenes no existen ya las fronteras y menos aún en la UE. Pero el descalabro a nivel nacional es importante, porque el país está dedicando, durante una media de 10 años, cuantiosos recursos en la educación y especialización de médicos y enfermeros que luego se van a trabajar al extranjero dejando en situación precaria tu sistema nacional de salud. Es un problema de primera magnitud que requería soluciones al máximo nivel y con el mayor consenso posible. Salarios atractivos, sí, pero también trato adecuado, respeto al trabajo y a la opinión de los profesionales sanitarios. Que parece haber sido lo que ha fallado en la reciente crisis de la sanidad madrileña.
Con todo, este no es un problema madrileño, por mucho que las baterías del sanchismo hayan tratado de focalizarlo en Madrid. El de la sanidad es un problema nacional y de unas proporciones gigantescas, equiparable incluso al de las pensiones. De acuerdo con datos ofrecidos por el Sistema de Cuentas de Salud (SCS), el gasto total del sistema sanitario español, entendido como la suma de los recursos asistenciales públicos y privados, ascendió en 2019 a 115.458 millones de euros (81.590 financiados por el sector público y 33.868 por el sector privado). Durante el quinquenio 2015-2019, el gasto sanitario total se incrementó un 15,8% (15.748 millones en términos absolutos). El gasto sanitario público creció un 14,7% (10.466 millones), mientras que el privado lo hizo en un 18,5% (5.283 millones). En 2019, el gasto sanitario total representaba un 9,3% del PIB, financiado en un 6,6% con recursos públicos y en un 2,7% con privados. En relación a la población, ese gasto sanitario ha pasado de 2.148 euros por habitante en 2015 a 2.451 euros por habitante en 2019, con un incremento anual medio del 3,3% en el quinquenio.
Estamos pues ante un sector que consume una cantidad ingente de recursos, pobremente financiado a tenor de las opiniones más solventes, y cuya situación se va a ir agravando a causa del envejecimiento de la población y de la necesidad de dedicarle crecientes partidas presupuestarias para, entre otras cosas, mejorar la retribución del personal sanitario evitando fugas como la de la protagonista de esta historia, y afrontar la renovación de equipos de alta tecnología médica y de carísimas especialidades farmacéuticas, todo ello con la vista puesta en seguir dando un buen servicio o incluso mejorarlo, lejos de situaciones como la que atraviesa el National Health Service (NHS) británico, con gente que muere porque no hay un médico que la atienda ni una ambulancia que la traslade a un hospital.
Una bola de nieve cuyo tamaño no deja de crecer, porque no hay Gobierno en cuyos Presupuestos no figure un aumento del gasto sanitario del 6% anual o más, y que, por encima de todo, reclama una capacidad de gestión que brilla por su ausencia en nuestro sistema nacional de salud. Calidad de gestión para organizar los servicios y prestar la debida atención al ciudadano con el mismo o incluso menos dinero gracias a una cosa que se llama eficiencia en el gasto, un concepto con el que está reñida una izquierda tautológicamente convencida de que cualquier problema se arregla echándole encima paladas de dinero, dinero a espuertas como si no hubiera un mañana y como si creciera espontáneamente de un árbol tal que las cerezas.
Un problema cuya solución deberá centrar la atención de Gobierno y oposición dispuestos a alcanzar un pacto que aborde el actual caos desde esa perspectiva de la calidad de la gestión. Seguir el ejemplo de esa Irlanda a la que emigran nuestros médicos. La isla, que en el XIX soportó una hambruna que causó más de un millón de muertos y obligo a otro millón a emigrar a USA, es hoy una economía abierta, con una fiscalidad atractiva para las empresas, un mercado laboral flexible y una mano de obra altamente cualificada, lo que se ha traducido en pleno empleo y en una renta per cápita que en 2021 rozaba los 85.000 euros, casi tres veces (30.115) la española.
¿Milagro? No, consecuencia de la aplicación durante mucho tiempo de buenas políticas públicas. España es el ejemplo perfecto de las malas políticas. Fijémonos en un tema tan crítico como el Covid. España fue el país de la UE que más PIB perdió y en el que se registraron más muertes de todo el continente. Pero, como las desgracias nunca vienen solas, es también el que cuenta con el mayor paro juvenil, las tasas de fracaso escolar más elevadas y la deuda pública, que acaba de rebasar el billón y medio de euros, más abultada (tras Italia) de Europa. Abogar, como recientemente hacía el profesor Fernández-Villaverde, por "una gran estrategia de futuro fundamentada en un gran consenso social y político" para abordar los temas de fondo (crecimiento, sanidad, pensiones, etc.) debería ser un imperativo moral más que una necesidad para cualquier demócrata español. Por desgracia, es imposible imaginar a día de hoy una tal estrategia con un Gobierno empeñado en remar en contra de los intereses de la nación. Toca resistir. O emigrar a Irlanda.
Jesús Cacho
Genaro Chic- Mensajes : 729
Fecha de inscripción : 02/02/2010
Re: La Sanidad Privada y la pandemia de coronavirus
UN JUEZ ABRE LA VÍA PARA DEMANDAR AL GOBIERNO POR LAS MUERTES EN RESIDENCIAS
Un juez apunta al Gobierno central para reclamar por las muertes en residencias de ancianos durante la pandemia. En una sentencia dictada recientemente, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo n.º 2 de Cáceres determina que las competencias del servicio sociosanitario de estos centros durante el estado de alarma correspondieron a la Administración central del Estado, y no a las Comunidades Autónomas, por lo que las reclamaciones por posibles daños deben canalizarse por esa vía.
https://www.elconfidencial.com/juridico/2022-11-27/juez-abre-via-demandar-gobierno-muertes-residencias_3529727/
Un juez apunta al Gobierno central para reclamar por las muertes en residencias de ancianos durante la pandemia. En una sentencia dictada recientemente, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo n.º 2 de Cáceres determina que las competencias del servicio sociosanitario de estos centros durante el estado de alarma correspondieron a la Administración central del Estado, y no a las Comunidades Autónomas, por lo que las reclamaciones por posibles daños deben canalizarse por esa vía.
https://www.elconfidencial.com/juridico/2022-11-27/juez-abre-via-demandar-gobierno-muertes-residencias_3529727/
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