La verdad es sólo una opinión que convence

Genaro Chic Mar Nov 21, 2023 11:28 am

LA VERDAD

La verdad no es más que un consenso, una visión de algo que la mayoría admite durante un tiempo hasta que surge otra explicación mejor, y así sucesivamente. Aristóteles, por ejemplo, no mentía cuando decía que la Tierra estaba en el centro del Universo y todos los demás astros giraban en torno a ella, que es lo que todo el mundo veía (era, como se dice, un axioma, o sea una verdad evidente que no necesita demostración). Algunas cosas no se entendían, por su carácter irregular. Por ejemplo, que había estrellas vagabundas (en griego "planetas") que no seguían la marcha regular de las demás, pero a la mayoría eso le traía al fresco, porque eran muy pocas y no cambiaba gran cosa su "realidad".

Pero hubo gente siempre que se preguntaba por qué podría pasar eso, proponiendo teorías explicativas. Alguna tan increíble como que era en realidad al revés: que era la Tierra la que daba vueltas alrededor del Sol, lo mismo que los planetas. Uno de ellos fue Copérnico en el siglo XVI. En el siglo siguiente se inventa un aparato para ver de lejos las estrellas (el telescopio) y un italiano, Galileo, descubre así que el movimiento de los astros era ese y la tierra eran un planeta que giraba como los demás en torno al Sol.

Se convirtió así en el primer gran ‘negacionista’ moderno y se lo quisieron quitar de en medio la inmensa mayoría de los sabios que entonces había y que sostenían la tesis tradicional. Salvó la vida por ser amigo del papa, pero fue perseguido y se le prohibió publicar sus ideas (como suele pasar hasta hoy día con los que son contrarios a las tesis oficiales que sostiene el poder). Pero la explicación resultaba útil y poco a poco fue siendo admitida. Ya la verdad era otra. Hasta que aparezca otra nueva en la que crea la mayor parte de la gente.

Lo que mueve el mundo en realidad es la fe. Hasta el dinero es fiduciario (o sea, una fe) y sólo existe porque creemos en él, aunque no es ningún secreto que los bancos lo crean continuamente de la nada, prestando un dinero que en realidad no tienen (legalmente pueden prestar 9 veces el dinero que depositamos en ellos sin que nosotros dejemos de tenerlo por ello), pero que funciona como si en realidad existiese. Es verdad lo que creemos y es la fe (en lo que sea) la que mueve nuestra vida, sin que sepamos por qué.