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El euro sin la industria alemana tras el sabotaje al Nord Stream

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Mensaje  Genaro Chic Vie Oct 07, 2022 1:47 pm

El euro sin la industria alemana

Después del sabotaje estadounidense al Nord Stream habrá que preguntarse ¿Cómo cambiará la relación entre el dólar y el euro?

¿Qué pasará si se rompen los lazos comerciales y energéticos con Rusia? ¿Por qué no se discute abiertamente las consecuencias económicas para Alemania, Italia y otros países europeos?

La reacción al sabotaje de tres de los cuatro sistemas de oleoductos Nord Stream se ha centrado en especulaciones sobre quién lo hizo y si la OTAN hará un intento serio por descubrir a los responsables. Sin embargo, en lugar de pánico, ha habido un gran suspiro de alivio, incluso de calma en la diplomacia anglosajona.

La desactivación de los gasoductos acaba con la incertidumbre y las preocupaciones de EEUU y la OTAN. Una incertidumbre que había crecido considerablemente por las manifestaciones que se produjeron en Alemania exigiendo el fin de las sanciones y la puesta en marcha del Nord Stream 2 para resolver la escasez de energía.

Los alemanes empezaban a comprender lo que significaría el cierre de sus empresas siderúrgicas, de fertilizantes, de vidrio y de papel higiénico. Estas grandes compañías anunciaron que tendrían que cerrar por completo (o cambiar sus operaciones a otros países) si Alemania no se apartaba de las sanciones comerciales y monetarias contra Rusia.

Al otro lado del Atlántico, la halcón del Departamento de Estado, Victoria "Fuck Europe" Nuland [n. 1961], ya había anunciado, a principios de enero, cuál era la opinión de EEUU: "de una forma u otra, Nord Stream 2 no funcionará". Un mes más tarde en conferencia de prensa, junto al canciller alemán, Biden respaldo directamente la amenaza: “No habrá un Nord Stream 2. Le pondremos fin. … Lo prometo, seremos capaces de hacerlo”.

La mayoría de los observadores asumieron que estas declaraciones reflejaban un hecho obvio: los políticos alemanes estaban completamente en el bolsillo de EEUU y de la OTAN. Los líderes de Alemania habían retenido las turbinas negándose a autorizar Nord Stream 2, y Canadá se apoderó de las dinamos de Siemens necesarias para enviar gas a través de Nord Stream 1. Esto medidas parecían resolver las cosas hasta que un número creciente de ciudadanos, y los empresarios alemanes, comenzaron a calcular lo que significa bloquear el gas ruso para el tejido industrial y, por lo tanto, para el empleo en casa.

Ante estas manifestaciones, la voluntad de Alemania de autoimponerse una depresión económica empezó a vacilar. Si los políticos alemanes se hubiesen decidido a poner fin a las sanciones, el frente de la guerra contra Rusia habría saltado por los aires. Italia y Francia podrían haber seguido su ejemplo. Esta perspectiva hizo urgente quitar el mecanismo de las sanciones de las manos de los políticos europeos.

A pesar de ser un acto de violencia, el sabotaje de los gasoductos ha restablecido la calma en las relaciones entre EEUU y sus aliados europeos. No hay más incertidumbres. Europa ya no podrá apartarse de la política estadounidense, restaurando el comercio con Rusia.

La sola amenaza de que Europa pusieran fin a las sanciones comerciales y financieras contra Rusia se ha resuelto a favor de los EEUU. Ya no habrá gas barato para las industrias europeas. La presión ha caído en tres de las cuatro tuberías, y el agua salada las corroerá haciéndolas inútiles.

¿Hacia dónde van el euro y el dólar a partir de aquí?

Después del sabotaje habrá que preguntarse: ¿Qué pasará si se rompen los lazos comerciales y energéticos con Rusia? ¿Cómo cambiará la relación entre el dólar estadounidense y el euro? ¿Por qué no se discute abiertamente las consecuencias económicas para Alemania, Italia y otros países europeos?

El resultado no lo discute ningún economista sensato: se producirá un colapso económico en Alemania y, en casi toda Europa. La próxima década será un desastre. Puede haber recriminaciones por el precio pagado por permitir que la OTAN dicte la diplomacia europea, pero no hay nada que Europa pueda hacer al respecto. Por el momento.

Las exportaciones industriales alemanas y la atracción de flujos de inversión extranjera fueron los principales factores que sustentaron el tipo de cambio del euro. Para Alemania, el gran atractivo de pasar del marco alemán al euro era evitar que su superávit exportador hiciera subir el tipo de cambio del marco alemán y en consecuencia sacara los productos alemanes de los mercados mundiales. La expansión de la eurozona – incluyendo a Grecia, Italia, Portugal, España y otros países con déficit en la balanza de pagos – impidió que el euro se disparara. En la práctica la eurozona protegía la competitividad internacional de la industria alemana.

Después de su introducción a 1,12 dólares, el euro se hundió a 0,85 dólares en julio de 2001, pero se recuperó y, de hecho, subió a 1,58 dólares en abril de 2008. Desde entonces, ha ido descendiendo y, desde febrero de este año, las sanciones han empujado al euro por debajo de la paridad con el dólar, a $0.97 hace una semana.

El principal problema con un euro débil es el aumento de los precios del gas y del petróleo y, también, de productos como el aluminio y los fertilizantes que requieren grandes insumos de energía para su producción. Y a medida que el tipo de cambio del euro cae frente al dólar, el costo de mantener la deuda europea en dólares (condición normal para las filiales de las multinacionales estadounidenses) aumenta, reduciendo sus ganancias.


Este no es el tipo de depresión en la que los "estabilizadores automáticos" pueden funcionar para restablecer el equilibrio macroeconómico. La dependencia energética es estructural. Para empeorar las cosas, las reglas económicas de la eurozona limitan sus déficits presupuestarios a solo el 3% del PIB. Esto impide que sus gobiernos nacionales apoyen sus economías mediante el gasto deficitario. Los precios más altos de la energía y los alimentos, y el servicio de la deuda en dólares, dejarán muchos menos ingresos para gastar en bienes y servicios.

Como puntapié final, el analista internacional Pepe Escobar [n. 1954] nos recuerda: “Alemania está obligada por contrato a comprar al menos 40 mil millones de metros cúbicos de gas ruso al año hasta el 2030… Según los contratos, aunque a Berlín no le llegue gas, por ejemplo producto de un sabotaje, igualmente debe pagar a Gazprom”. Se puede esperar una larga batalla judicial antes de que el dinero cambie de manos. Y la capacidad de pago final de Alemania se debilitará constantemente.

A medio mundo le pareció muy raro que el mercado de valores de EEUU se haya disparado el miércoles. Tal vez, el Equipo de Protección contra un Colapso de Wall Street haya intervenido para tratar de asegurar al mundo que todo estaba razonablemente bien. Pero, el mercado de valores cayó el jueves y el viernes. La realidad no podía ignorarse más tiempo.

La competencia de la industria alemana con la de los EEUU está terminando. Ha perdido Alemania. Esto ayudará fuertemente a la balanza comercial estadounidense. Pero en la cuenta de capital, la depreciación del euro reducirá el valor de las inversiones estadounidenses en Europa y el valor de sus beneficios se contraerán sí o sí. En otras palabras, las ganancias globales reportadas por las multinacionales estadounidenses caerán.

El efecto de las sanciones estadounidenses y la Nueva Guerra Fría fuera de Europa

La capacidad de muchos países para pagar sus deudas internas y externas ya estaba llegando al punto de ruptura antes que las sanciones contra Rusia elevarán los precios mundiales de la energía y los alimentos.

Los aumentos de precios provocados por las sanciones se han visto agravados por el aumento del tipo de cambio del dólar frente a casi todas las monedas (irónicamente, excepto frente al rublo
, cuya tasa se ha disparado en lugar de colapsar). Los precios de las materias primas internacionales todavía se cotizan principalmente en dólares, por lo que la apreciación del dólar está elevando aún más los precios de importación para la mayoría de los países.

El dólar en alza también eleva el costo en moneda local del servicio de las deudas externas. Muchos países de Europa y del Sur Global ya han llegado al límite de su capacidad para pagar sus deudas denominadas en dólares y todavía están lidiando con el impacto de la pandemia de Covid.

Ahora que las sanciones de EEUU y de la UE/OTAN han hecho subir los precios mundiales del gas, del petróleo y de los cereales, y que la apreciación del dólar ha elevado el costo del servicio de las deudas, los países se encuentran en una disyuntiva feroz: importar la energía y los alimentos que necesitan para vivir o pagar su deuda externa. Algo en este dilema tiene que ceder.

El martes 27 de septiembre, el secretario de Estado, Antony Blinken [n. 1962], derramó lágrimas de cocodrilo y dijo que atacar los oleoductos rusos “no beneficia a nadie”. Pero si ese fuera realmente el caso, nadie habría atacado las tuberías. Lo que Blinken realmente estaba diciendo era otra cosa: "No hagas preguntas tontas". Nadie cree que los investigadores de la OTAN vayan a trabajar en serio y pongan en evidencia a EEUU.

Los estrategas de Washington tienen un plan sobre cómo proceder a partir de aquí. Intentarán mantener una economía global neoliberal todo el tiempo que puedan. Usarán la estratagema habitual para los países que no pueden pagar sus deudas: el FMI les prestará el dinero, a cambio de la privatización de todo lo que queda de dominio público, de otros activos y de los recursos naturales. Ya hay ávidos inversores, entre los estadounidenses y sus aliados, dispuestos a comprarlos a precio de subasta.

¿Funcionará? ¿O los países deudores se unirán y encontrarán formas de restaurar el mundo sin las condiciones que pone EEUU?

Que el sur del mundo implemente una alternativa al orden neoliberal es la gran preocupación de los estrategas estadounidenses.
Sus mejores pensadores saben que la crisis no se resuelve saboteando Nord Stream 1 y 2. La solución probablemente será, una vez más, la intervención militar y nuevas revoluciones de color para recuperar el poder perdido en el Sur Global y Eurasia.

Sin embargo, el hecho que las sanciones antirrusas hayan funcionado justo de la forma contraria a lo que creía Biden ofrece una perspectiva para un nuevo orden económico. El desprecio que expresan los diplomáticos estadounidenses hacia otros países que actúan en su propio interés parte de una visión unilateral y presuntuosa: Washington cree que no hay alternativa al dominio del dólar [ni a sus cañoneras].

Por tanto, a menos que los países trabajen juntos para crear una alternativa al FMI, al Banco Mundial, a la Corte Internacional, a la Organización Mundial del Comercio (y a otras agencias de la ONU controladas por los estadounidenses) la dominación financiera y militar se seguirá desarrollando de acuerdo con las líneas que han planificado los estrategas de Washington.

Entonces, ahora la gran pregunta es la siguiente: ¿serán los países capaces de desarrollar un orden económico alternativo para protegerse de un destino como el que ha impuesto EEUU a Alemania y Europa?


Michael Hudson [n. 1939], analista independiente, profesor investigador de Economía en la Universidad de Missouri (pública), Kansas City, e investigador asociado en el Levy Economics Institute of Bard College [privado]. Su último libro es El destino de la civilización: capitalismo financiero, capitalismo industrial o socialismo [2022].


https://www.nakedcapitalism.com/2022/09/michael-hudson-on-the-euro-without-germany.html

Genaro Chic

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El euro sin la industria alemana tras el sabotaje al Nord Stream Empty Cómo Estados Unidos eliminó el oleoducto Nord Stream

Mensaje  Genaro Chic Jue Feb 09, 2023 1:46 pm

El periodista ganador del Pulitzer, acusa a EEUU de sabotear el Nord Stream (tercera parte: La operación)


CÓMO ESTADOS UNIDOS ELIMINÓ EL OLEODUCTO NORD STREAM

El New York Times lo llamó un "misterio", pero Estados Unidos ejecutó una operación marítima encubierta que se mantuvo en secreto, hasta ahora.

Traducción del texto original del periodista Seymour Hers, cuya versión íntegra original puede leerse aquí en inglés
https://seymourhersh.substack.com/p/how-america-took-out-the-nord-stream

La operación

«Noruega era el lugar perfecto para la base de la misión.

En los últimos años de la crisis Este-Oeste, el ejército de EE. UU. ha ampliado enormemente su presencia dentro de Noruega, cuya frontera occidental se extiende a lo largo de 1.400 millas a lo largo del Océano Atlántico norte y se fusiona con Rusia sobre el Círculo Polar Ártico. El Pentágono ha creado empleos y contratos bien remunerados, en medio de cierta controversia local, al invertir cientos de millones de dólares para mejorar y expandir las instalaciones de la Armada y la Fuerza Aérea estadounidenses en Noruega. Los nuevos trabajos incluían, lo que es más importante, un radar avanzado de apertura sintética en el norte que era capaz de penetrar profundamente en Rusia y se puso en línea justo cuando la comunidad de inteligencia estadounidense perdió el acceso a una serie de sitios de escucha de largo alcance dentro de China.

Una base de submarinos estadounidense recientemente renovada, que había estado en construcción durante años, entró en funcionamiento y ahora más submarinos estadounidenses pueden trabajar en estrecha colaboración con sus colegas noruegos para monitorear y espiar un importante reducto nuclear ruso a 250 millas al este, en la Península de Kola. Estados Unidos también ha ampliado enormemente una base aérea noruega en el norte y entregó a la fuerza aérea noruega una flota de aviones de patrulla P8 Poseidon construidos por Boeing para reforzar su espionaje de largo alcance en todo lo relacionado con Rusia. A cambio, el gobierno noruego enfureció a los liberales y a algunos moderados en su parlamento en noviembre pasado al aprobar el Acuerdo de Cooperación de Defensa Suplementario (SDCA). Según el nuevo acuerdo, el sistema legal de EE. UU. tendría jurisdicción en ciertas «áreas acordadas» en el Norte sobre los soldados estadounidenses acusados de delitos fuera de la base, así como sobre los ciudadanos noruegos acusados o sospechosos de interferir con el trabajo en la base.»

«Noruega fue uno de los signatarios originales del Tratado de la OTAN en 1949, en los primeros días de la Guerra Fría. Hoy, el comandante supremo de la OTAN es Jens Stoltenberg, un anticomunista comprometido, que se desempeñó como primer ministro de Noruega durante ocho años antes de pasar a su alto puesto en la OTAN, con el respaldo de Estados Unidos, en 2014. Era de línea dura en todo lo relacionado con Putin y Rusia, que había cooperado con la comunidad de inteligencia estadounidense desde la guerra de Vietnam. Se ha confiado en él completamente desde entonces. “Él es el guante que se adapta a la mano estadounidense”, dijo la fuente.

Sabían que tenían que ir a Noruega

De vuelta en Washington, los planificadores sabían que tenían que ir a Noruega. “Odiaban a los rusos, y la armada noruega estaba llena de magníficos marineros y buzos que tenían generaciones de experiencia en la exploración altamente rentable de petróleo y gas en aguas profundas”, dijo la fuente. También se podía confiar en ellos para mantener la misión en secreto. (Los noruegos también pueden haber tenido otros intereses. La destrucción de Nord Stream, si los estadounidenses pudieran lograrlo, permitiría a Noruega vender mucho más de su propio gas natural a Europa).»

«En algún momento de marzo, algunos miembros del equipo volaron a Noruega para reunirse con el Servicio Secreto y la Armada de Noruega. Una de las preguntas clave era dónde exactamente en el Mar Báltico era el mejor lugar para colocar los explosivos. Nord Stream 1 y 2, cada uno con dos conjuntos de tuberías, estaban separados en gran parte por poco más de una milla mientras se dirigían al puerto de Greifswald en el extremo noreste de Alemania. La marina noruega no tardó en encontrar el lugar adecuado, en las aguas poco profundas del mar Báltico, a unas pocas millas de la isla danesa de Bornholm. Los oleoductos se extendían a más de una milla de distancia a lo largo de un fondo marino que tenía solo 260 pies de profundidad. Eso estaría dentro del alcance de los buzos, quienes, operando desde un cazaminas de clase Alta noruego, bucearían con una mezcla de oxígeno, nitrógeno y helio saliendo de sus tanques, y colocarían cargas de C4 en forma de planta en las cuatro tuberías con cubierta de protección. Sería un trabajo tedioso, lento y peligroso, pero las aguas de Bornholm tenían otra ventaja: no había grandes corrientes de marea, lo que habría dificultado mucho la tarea de bucear.»

Poco después, los estadounidenses estaban dentro

«Después de un tiempo de investigación, los estadounidenses estaban todos dentro.

En este punto, el oscuro grupo de buceo profundo de la Marina en la ciudad de Panamá volvió a entrar en juego. Las escuelas de aguas profundas en la Ciudad de Panamá, cuyos alumnos participaron en Ivy Bells, son vistas como no deseados por los graduados de élite de la Academia Naval en Annapolis, quienes generalmente buscan la gloria de ser asignados como «Seal», piloto de combate o submarinista. Si uno debe convertirse en un «zapato negro», es decir, un miembro del mando de la nave de superficie menos deseable, siempre hay al menos un deber en un destructor, crucero o barco anfibio. La menos glamurosa de todas es la guerra de minas. Sus buzos nunca aparecen en las películas de Hollywood, ni en la portada de revistas populares.»

«“Los mejores buzos con calificaciones de buceo profundo son una comunidad compacta, y solo los mejores son reclutados para la operación y se les dice que estén preparados para ser llamados por la CIA en Washington”, dijo la fuente. Los noruegos y los estadounidenses tenían una ubicación y operativos. Pero había otra preocupación: cualquier actividad submarina inusual en las aguas de Bornholm podría llamar la atención de las armadas sueca o danesa, que podrían reportarla. Dinamarca también había sido uno de los signatarios originales de la OTAN y era conocida en la comunidad de inteligencia por sus vínculos especiales con el Reino Unido. Suecia había solicitado ser miembro de la OTAN y había demostrado su gran habilidad en el manejo de sus sistemas de sensores magnéticos y de sonido submarinos que rastreaban con éxito los submarinos rusos que ocasionalmente aparecían en aguas remotas del archipiélago sueco y se veían obligados a salir a la superficie.»

«Los noruegos se unieron a los estadounidenses para insistir en que algunos altos funcionarios de Dinamarca y Suecia debían ser informados en términos generales sobre la posible actividad de buceo en la zona. De esa forma, alguien superior podría intervenir y mantener un informe fuera de la cadena de mando, aislando así la operación del oleoducto. “Lo que les dijeron y lo que sabían era diferente a propósito”, me dijo la fuente. (La embajada noruega, a la que se le pidió que comentara sobre esta historia, no respondió). Los noruegos fueron clave para resolver otros obstáculos. Se sabía que la armada rusa poseía tecnología de vigilancia capaz de detectar y activar minas submarinas. Los artefactos explosivos estadounidenses debían camuflarse de manera que parecieran ante el sistema ruso como parte del fondo natural, algo que requería adaptarse a la salinidad específica del agua. Los noruegos tenían una solución.»

«Los noruegos también tenían una solución a la cuestión crucial de cuándo debería llevarse a cabo la operación. Cada junio, durante los últimos 21 años, la Sexta Flota estadounidense, cuyo buque insignia tiene su sede en Gaeta, Italia, al sur de Roma, ha patrocinado un importante ejercicio de la OTAN en el Mar Báltico en el que participaron decenas de barcos aliados de toda la región. El ejercicio actual, realizado en junio, se conocería como Baltic Operations 22, o BALTOPS 22. Los noruegos propusieron que esta sería la cobertura ideal para plantar las minas. Los estadounidenses proporcionaron un elemento vital: convencieron a los planificadores de la Sexta Flota para que agregaran un ejercicio de investigación y desarrollo al programa. El ejercicio, como lo hizo público la Marina, involucró a la Sexta Flota en colaboración con los «centros de investigación y guerra» de la Marina. El evento en el mar se llevaría a cabo frente a la costa de la isla de Bornholm e involucraría a equipos de buzos de la OTAN que plantarían minas, con equipos competidores que utilizarían la última tecnología submarina para encontrarlas y destruirlas.»

«Era a la vez un ejercicio útil y una tapadera ingeniosa. Los muchachos de la ciudad de Panamá harían lo suyo y los explosivos C4 estarían en su lugar al final de BALTOPS22, con un temporizador de 48 horas adjunto. Todos los estadounidenses y noruegos se habrían ido hace mucho tiempo con la primera explosión. Los días estaban contando. “El tiempo corría y nos acercábamos a la misión cumplida”, dijo la fuente. Y entonces: Washington tuvo dudas. Las bombas aún se colocarían durante BALTOPS, pero a la Casa Blanca le preocupaba que la ventana de dos días para su detonación estuviera demasiado cerca del final del ejercicio, y sería obvio que Estados Unidos había estado involucrado.»

Giro de guión de Biden

«Sin embargo, la Casa Blanca hizo una nueva solicitud: «¿Pueden los muchachos en el campo encontrar alguna forma de volar las tuberías más tarde, cuando se les ordene?» Algunos miembros del equipo de planificación estaban enojados y frustrados por la aparente indecisión del presidente. Los buzos de la ciudad de Panamá habían practicado repetidamente la colocación del C4 en tuberías, como lo harían durante BALTOPS, pero ahora el equipo de Noruega tenía que idear una manera de darle a Biden lo que quería: la capacidad de emitir una orden de ejecución exitosa en el momento que él dijera. Encargarse de un cambio arbitrario de última hora era algo que la CIA estaba acostumbrada a manejar. Pero también renovó las preocupaciones que algunos compartían sobre la necesidad y la legalidad de toda la operación.»

«Las órdenes secretas del presidente también evocaron el dilema de la CIA en los días de la guerra de Vietnam, cuando el presidente Johnson, confrontado por un creciente sentimiento contra la guerra de Vietnam, ordenó a la agencia que violara sus estatutos, que específicamente le prohibían operar dentro de Estados Unidos, espiando a los líderes contra la guerra, para determinar si estaban siendo controlados por la Rusia comunista. La agencia finalmente accedió y, a lo largo de la década de 1970, quedó claro hasta dónde había estado dispuesta a llegar. Hubo revelaciones posteriores en los periódicos después de los escándalos de Watergate sobre el espionaje de la Agencia a ciudadanos estadounidenses, su participación en el asesinato de líderes extranjeros y su socavación del gobierno socialista de Salvador Allende. Esas revelaciones llevaron a una serie dramática de audiencias a mediados de la década de 1970 en el Senado, dirigida por Frank Church de Idaho, que dejó en claro que Richard Helms, el director de la Agencia en ese momento, aceptó que tenía la obligación de hacer lo que el Presidente quería, incluso si eso significaba violar la ley.»

«En un testimonio inédito a puerta cerrada, Helms explicó con pesar que “casi tienes una Inmaculada Concepción cuando haces algo” bajo órdenes secretas de un presidente. “Ya sea que esté bien que lo tengas, o que esté mal que lo tengas, [la CIA] trabaja bajo diferentes reglas y reglas básicas que cualquier otra parte del gobierno”. Básicamente, les estaba diciendo a los senadores que él, como jefe de la CIA, entendía que había estado trabajando para la Corona, y no para la Constitución. Los estadounidenses que trabajaban en Noruega operaron bajo la misma dinámica y comenzaron a trabajar diligentemente en el nuevo problema: cómo detonar de forma remota los explosivos C4 por orden de Biden. Era una tarea mucho más exigente de lo que entendían los de Washington. No había forma de que el equipo en Noruega supiera cuándo el presidente podría presionar el botón. ¿Sería en unas pocas semanas, en muchos meses o en medio año o más?»

Una boya lanzada por un avión

«El C4 conectado a las tuberías sería activado por una boya de sonar lanzada por un avión con poca antelación, pero el procedimiento requería de la tecnología de procesamiento de señales más avanzada. Una vez instalados, los dispositivos de temporización retrasados conectados a cualquiera de los cuatro oleoductos podrían activarse accidentalmente debido a la compleja combinación de ruidos de fondo del océano en todo el mar Báltico, que está muy transitado: barcos cercanos y distantes, perforaciones submarinas, eventos sísmicos, olas e incluso, especies marinas. Para evitar esto, la boya de sonar, una vez colocada, emitiría una secuencia de sonidos tonales únicos de baja frecuencia, muy parecidos a los emitidos por una flauta o un piano, que serían reconocidos por el dispositivo de tiempo y, después de unas horas preestablecidas, disparar los explosivos. («Usted quiere una señal que sea lo suficientemente robusta para que ninguna otra señal pueda enviar accidentalmente un pulso que detone los explosivos», me dijo el Dr. Theodore Postol, profesor emérito de ciencia, tecnología y política de seguridad nacional en el MIT. Postol, quien se desempeñó como asesor científico del Jefe de Operaciones Navales del Pentágono. Dijo que el problema al que se enfrentaba el grupo en Noruega debido a la demora de Biden era casual: “Cuanto más tiempo estén los explosivos en el agua, mayor será el riesgo de que se produzca una explosión al azar”.

«El 26 de septiembre de 2022, un avión de vigilancia P8 de la Armada de Noruega realizó un vuelo aparentemente de rutina y dejó caer una boya de sonar. La señal se extendió bajo el agua, inicialmente a Nord Stream 2 y luego a Nord Stream 1. Unas horas más tarde, se activaron los explosivos C4 de alta potencia y tres de las cuatro tuberías quedaron fuera de servicio. En unos pocos minutos, los charcos de gas metano que permanecían en las tuberías cerradas se podían ver extendiéndose en la superficie del agua y el mundo se enteró de que algo irreversible había sucedido.»

https://diario16.com/el-periodista-ganador-del-pulitzer-acusa-a-eeuu-de-sabotear-el-nord-stream-tercera-parte-la-operacion/


Genaro Chic

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