EL SACRAMENTO DE LA COMUNIÓN ANTES DE CRISTO
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EL SACRAMENTO DE LA COMUNIÓN ANTES DE CRISTO
EL SACRAMENTO DE LA COMUNIÓN ANTES DE CRISTO
« El pan y el vino son las fuentes naturales de las cuales el griego empieza a extraer la santificación del festín mucho antes del cristianismo. La santificación mediante el pan forma parte de la bendición que recibe la humanidad por medio del trigo y que el mundo griego conocía y reconocía desde el himno homérico a Démeter [s. VII a.C.] como regalo y misión de los misterios eleusinos; hizo incluso que las víctimas sacrificiales fueran sustituidas por formas de masa. Y la santificación mediante el vino, un regalo de la religión dionisíaca, hizo aparecer otro aspecto del festín antiguo: el del simposio que, banquete de los coronados y oficio divino al mismo tiempo, constituye un capítulo aparte de la historia de la cultura de la antigüedad.» [Entre los cristianos la celebración principal es el banquete para celebrar la eucaristía ("acción de gracias") en torno a una mensa o misa].
K. Kerenyi (1897-1973), La religión antigua, Revista de Occidente, Madrid, 1971. Reed. Barcelona, 1999, p. 168.
Un ejemplo de lo expuesto por este especialista, de primer nivel de los temas religiosos antiguos, lo encontramos en
Marco Tulio Cicerón (106 a.C.-43 a.C.)
Escrito hacia 45-44 a.C.:
«Pues se pensó que todo lo que es de una gran utilidad para el género humano debe ser debido a la obra de la benevolencia divina para con los hombres. Así a veces una cosa nacida de la divinidad misma; por ejemplo, cuando llamamos Ceres al trigo, o Líber al vino, con lo que Terencio dice: “Sin Ceres y sin Líber, Venus tiene frío”.»
Sobre la naturaleza de los dioses, 2, 23, 60.
«Pero, aun concediendo esto, ¿cómo puede todo lo demás no ya concederse sino ni tan siquiera entenderse? Cuando llamamos Ceres al trigo o Líber al vino, empleamos una figura de lengua familiar, pero ¿crees tú que puede haber alguien de mente tan perturbada como para creer que el alimento que come es un dios? En cuanto a los casos que tú aduces de hombres que han sido levantados a la condición de divinidad, me explicarás, y me agradará mucho aprenderlo, cómo fue posible esta apoteosis, o bien por qué ha dejado de tener lugar en nuestros días».
Sobre la naturaleza de los dioses, 3, 16, 41.
Evangelio según San Juan
Escrito hacia 65- 95 d.C.:
«Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo».
53 Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día.
55 Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida.
56 El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él.»
Evangelio de Juan 6, 51-56.
Las palabras del Evangelio ("buena noticia") de Juan deja bien claro que no es una acción simbólica la consagración (o compartimento de la sacralidad). A nuestra mentalidad lógica le puede parecer absurdo lo expuesto, como le parecía ya a Cicerón (106-43 a.C.), un hombre ilustrado; pero hay que situar las cosas en su contexto. Tanto en los textos precristianos como es estos el lenguaje corresponde al pensamiento mágico que subyace incluso detrás del mítico. Aquí como en tantos otros casos en todo el mundo lo que encontramos es una indistinción entre materia y substancia, lo que hace que los seres, como ya comentaba L. Levy-Bruhl [1957-1939] (Alma primitiva, 1927), puedan cambiar de forma sin ningún problema insalvable.
Otro tema que hay que tener en cuenta es que la verdad lógica (contrapuesta a la mentira) es distinta de la mítica, en la que se tiene en cuenta la calidad del ser, de tal forma que en griego antiguo la palabra que designa la verdad es alétheia, literalmente "lo que no se olvida". La verdad es lo contrario de lo que se olvida, porque no tiene esencia suficiente. "¿Que te iba a decir yo que mentira no era?" se suele decir aún hoy en español.
Quien tenga curiosidad por el tema de la comunión del pan y del vino en un ambiente sacrificial "pagano" puede ver, p. ej., lo expuesto en https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=845712692157238&id=148518858543295
NOTA:
Tanto el pensamiento mágico, como el religioso o el científico, son tres formas de interpretar la realidad que ha ido desarrollando el hombre a lo largo de la historia, y pueden coexistir. Los tres han demostrado ser eficaces, con independencia de lo que sea la realidad, y de hecho coexisten en mayor o menor medida.
« El pan y el vino son las fuentes naturales de las cuales el griego empieza a extraer la santificación del festín mucho antes del cristianismo. La santificación mediante el pan forma parte de la bendición que recibe la humanidad por medio del trigo y que el mundo griego conocía y reconocía desde el himno homérico a Démeter [s. VII a.C.] como regalo y misión de los misterios eleusinos; hizo incluso que las víctimas sacrificiales fueran sustituidas por formas de masa. Y la santificación mediante el vino, un regalo de la religión dionisíaca, hizo aparecer otro aspecto del festín antiguo: el del simposio que, banquete de los coronados y oficio divino al mismo tiempo, constituye un capítulo aparte de la historia de la cultura de la antigüedad.» [Entre los cristianos la celebración principal es el banquete para celebrar la eucaristía ("acción de gracias") en torno a una mensa o misa].
K. Kerenyi (1897-1973), La religión antigua, Revista de Occidente, Madrid, 1971. Reed. Barcelona, 1999, p. 168.
Un ejemplo de lo expuesto por este especialista, de primer nivel de los temas religiosos antiguos, lo encontramos en
Marco Tulio Cicerón (106 a.C.-43 a.C.)
Escrito hacia 45-44 a.C.:
«Pues se pensó que todo lo que es de una gran utilidad para el género humano debe ser debido a la obra de la benevolencia divina para con los hombres. Así a veces una cosa nacida de la divinidad misma; por ejemplo, cuando llamamos Ceres al trigo, o Líber al vino, con lo que Terencio dice: “Sin Ceres y sin Líber, Venus tiene frío”.»
Sobre la naturaleza de los dioses, 2, 23, 60.
«Pero, aun concediendo esto, ¿cómo puede todo lo demás no ya concederse sino ni tan siquiera entenderse? Cuando llamamos Ceres al trigo o Líber al vino, empleamos una figura de lengua familiar, pero ¿crees tú que puede haber alguien de mente tan perturbada como para creer que el alimento que come es un dios? En cuanto a los casos que tú aduces de hombres que han sido levantados a la condición de divinidad, me explicarás, y me agradará mucho aprenderlo, cómo fue posible esta apoteosis, o bien por qué ha dejado de tener lugar en nuestros días».
Sobre la naturaleza de los dioses, 3, 16, 41.
Evangelio según San Juan
Escrito hacia 65- 95 d.C.:
«Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo».
53 Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día.
55 Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida.
56 El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él.»
Evangelio de Juan 6, 51-56.
Las palabras del Evangelio ("buena noticia") de Juan deja bien claro que no es una acción simbólica la consagración (o compartimento de la sacralidad). A nuestra mentalidad lógica le puede parecer absurdo lo expuesto, como le parecía ya a Cicerón (106-43 a.C.), un hombre ilustrado; pero hay que situar las cosas en su contexto. Tanto en los textos precristianos como es estos el lenguaje corresponde al pensamiento mágico que subyace incluso detrás del mítico. Aquí como en tantos otros casos en todo el mundo lo que encontramos es una indistinción entre materia y substancia, lo que hace que los seres, como ya comentaba L. Levy-Bruhl [1957-1939] (Alma primitiva, 1927), puedan cambiar de forma sin ningún problema insalvable.
Otro tema que hay que tener en cuenta es que la verdad lógica (contrapuesta a la mentira) es distinta de la mítica, en la que se tiene en cuenta la calidad del ser, de tal forma que en griego antiguo la palabra que designa la verdad es alétheia, literalmente "lo que no se olvida". La verdad es lo contrario de lo que se olvida, porque no tiene esencia suficiente. "¿Que te iba a decir yo que mentira no era?" se suele decir aún hoy en español.
Quien tenga curiosidad por el tema de la comunión del pan y del vino en un ambiente sacrificial "pagano" puede ver, p. ej., lo expuesto en https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=845712692157238&id=148518858543295
NOTA:
Tanto el pensamiento mágico, como el religioso o el científico, son tres formas de interpretar la realidad que ha ido desarrollando el hombre a lo largo de la historia, y pueden coexistir. Los tres han demostrado ser eficaces, con independencia de lo que sea la realidad, y de hecho coexisten en mayor o menor medida.
Genaro Chic- Mensajes : 729
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